viernes, 4 de abril de 2025

¡SERÉ CANDIDATO AL SENADO!

 ENTREVISTA

 (Tomada de la edición 66 de la Revista Pensamiento Caribe)

ARMANDO PÉREZ ARAÚJO ACEPTÓ EL RETO DE ESTAR EN LA LISTA ABIERTA DE 100 HOMBRES Y MUJERES LIBRES E INDEPENDIENTES AL SENADO DE LA REPÚBLICA, POR EL MOVIMIENTO CAUSA COLOMBIA QUE APOYA LA OPCIÓN PRESIDENCIAL DE JAIME ARAÚJO RENTERÍA.

Sabemos que no será fácil para un hombre demócrata como Armando Pérez Araújo, moverse en un medio en donde campea la más agresiva corrupción electoral del país. Por esa razón, la Unidad de Investigación y Entrevistas de la Revista Pensamiento Caribe lo invitó para hacerle con total independencia y objetividad las siguientes preguntas sobre su complicada aspiración política de llegar al Senado de la República. Algunas serán incómodas.

PC; ¿Cómo se abrirá paso para lograr el apoyo necesario para obtener nada menos que una curul al Senado de la República? cuáles serían sus armas y herramientas predilectas para enfrentar la plutocracia y agresiva corrupción instaladas en La Guajira?

APA: En primer lugar, debo decirles que curiosamente siempre es la primera pregunta que me hacen sin vaselina mis amigos. Entre chanza y chanza, como quién no quiere la cosa, me indagan sobre la que se ha convertido en la pregunta del millón, es decir, de dónde saldrá la financiación de mi campaña. No me preguntan por mis propuestas y otros temas de campaña, sino precisamente por eso que ustedes me preguntan.  Siempre respondo lo mismo, advirtiendo que el problema de enfrentar el modelo electoral que tenemos en La Guajira no es exclusivamente a punta de plata. En mi caso concreto, tengo muy claro cuál es el verdadero y más berraco problema para enfrentar, también quiénes serán mis posibles contrincantes y cuáles serán mis principales dificultades políticas y logísticas. También, tengo muy claro que no será en el terreno de la compra de votos, ni mucho menos en el del acompañamiento de contratistas cómplices, ni en el de dádivas o canonjías, que es el hábitat normal de ellos, donde tendré que enfrentarme o medirme con absoluta desigualdad con los inmensamente poderosos compradores de votos y destructores de la poquita democracia que tenemos en esta parte frágil del país. Es en ese único cuadrilátero en donde me pueden derrotar con la mayor comodidad. A mis amigos les inyecto total tranquilidad cuando confirmo mi absoluta vocación de no caer en esos albañales de la politiquería. Allá que no me esperen, desde ya les digo a todos, especialmente a mis obvios contendores. En cambio, lo que sí les anuncio desde ahora, es que nuestro único camino para derrotarlos sin mayor dificultad y poder llegar al Senado de la República, será de la mano de la gente decente de La Guajira y, óigase bien, de muchas partes del país, haciendo mis propuestas de toda la vida respecto a una nueva democracia para los colombianos, para lo cual estamos preparados y para lo cual no buscaremos ni necesitaremos el patrocinio de ningún sector ilegal ni sospechoso de la economía. Dicho de otra manera, más fácil: nuestra fórmula para ganarles, a los poderosos de la politiquería en este medio de tanta vagabundería es sin la cantidad de plata que ellos sí necesitan. Nosotros no necesitamos de ese tipo de financiación. En conclusión, acudiré a los diferentes sectores decentes de la sociedad colombiana y tengo que decir que estoy seguro que en La Guajira recibiré el respaldo de quienes propugnan por una transición energética justa, por un Cierre de Mina que también sea justo para que se compense y resarza la gran deuda social que la minería abusiva generó en las comunidades indígenas y afros, lo mismo que respecto a los pequeños y medianos propietarios desplazados de diferentes maneras del campo productivo, del sur y del norte. Mi obsesión por una Asamblea Popular Constituyente no es nueva, no tiene que ver con un tema de campaña, para mí es un asunto que tiene que ver con los derechos de la gente y en el caso concreto de La Guajira, con las grandes reformas que requiere el Estado Social de Derecho.

PC: ¿Tiene usted el respaldo político de la izquierda de La Guajira?

APA: Claramente tengo que ser objetivo frente a esa recurrente pregunta: No me hago ninguna ilusión. Lo que sí puedo decir es que tengo el respaldo de gente muy seria de los diferentes sectores sociales y políticos de La Guajira, llámense indígenas, afro guajiros, líderes, dirigentes, pueblo raso, campesinos propietarios o trabajadores asalariados del campo, estudiantes, docentes, comerciantes, trabajadores y ex trabajadores de las mineras de carbón, turcos, migrantes venezolanos, profesionales y trabajadores del sector salud, choferes, trasportadores, sindicalistas, pescadores, artesanos, incluso, cachacos y miembros de diferentes colonias que aquí residen en este lugar amable de nuestra patria. Es correcto decir que tengo de todo un poco como en botica. Concluyo diciéndoles que la tradicional e inapropiada división del pasado entre las llamadas izquierdas y derechas ha desaparecido en la actividad política de todo el mapa de Colombia, pero muy especialmente en el caso de La Guajira. Aquí hay mucha gente buena en los viejos partidos políticos, incluso, gente justa y progresista en esas viejas estructuras partidistas, más que en cualquier parte de Colombia, claro, también hay potentes roscas antidemocráticas incrustadas en el poder, lo mismo que ocurre en las nuevas expresiones de la política colombiana a nivel nacional. Debo reconocer que cuento con la satisfacción de tener amigos entre quienes prefieren llamarse y que los llamen simplemente demócratas o progresistas, sin que tengan que acudir a los remoquetes de las tradicionales denominaciones o sugestivas marcas de la politiquería. Me enorgullece que percibo el respeto generalizado, tanto de liberales, conservadores, verdes, amarillos, socialistas como de comunistas empedernidos, porque he sido un permanente hacedor de paz, al lado de gente buena, comprometida con las verdaderas transformaciones sociales. Como ciudadano he construido y he cultivado amistades en todos los lugares y sectores de la política. Es evidente que he defendido los derechos de la gente en todos los rincones. Como abogado defensor de los derechos humanos he estado en la vanguardia de la defensa de los derechos y causas de los más humildes de La Guajira. Con respeto y humildad, sin ninguna vanidad, puedo y debo decir que he consagrado gran parte de mi vida a la efectiva defensa del territorio de afros e indígenas, a los derechos de la gente, frente a los poderosos, como seguramente lo han hecho muchos de los que tuvieron la suerte de nacer aquí en este rincón de la patria. Como escritor sobre temas públicos he militado al lado de los más necesitados de mis denuncias y defensas.

PC; Usted ha sido crítico de la forma como se han generado los parques eólicos en La Guajira. Los hechos le han dado la razón. ¿Cuál es su opinión?

APA; Lo único que hemos resaltado es que todo ha sido un disparate desde el punto de vista legal. Hemos propuesto al gobierno de Duque y a este que ayudamos a elegir, al del doctor Petro, que ese proceso de instalación ilegal de los parques eólicos hay que revisarlo. Las consultas previas fueron una farsa. Se desconoció la propiedad privada del pueblo indígena. El Acuerdo de la Habana, en materia de distribución de la tierra, se hizo trizas. Somos partidarios de salvar el proceso de transición energética en La Guajira, sobre la base de que se respete la territorialidad del pueblo wayuu en la alta guajira y demás derechos del resto de la gente en el norte y en el sur. Lo que hemos criticado y pedido que se revise es a favor, incluso, de los inversionistas nacionales y extranjeros. A ellos, también los engañaron, sonsacándolos, haciéndoles creer que el territorio indígena era un potrero público, inclusive, menos que eso, les vendieron la ilusión de que el resguardo indígena estaba conformado por tierras mostrencas. Lo mejor que puede pasar es legalizar esa vagabundería jurídica. en caso de ser Senador esa será una de mis tareas.

miércoles, 2 de abril de 2025

Me vieron cara de pendejo..

Un avance de la Edición 66 de la Revista Pensamiento Caribe

Los autogoles del Presidente

Por Antagónico Franco

En pleno Consejo de Ministros televisado, el mandatario se fue de frente, lanza en ristre, contra algunos exfuncionarios que hicieron parte de su gabinete y habló sin tapujos de engaño y premeditación. Apenas comenzó la intervención del Ministro de Educación, sin ningún preámbulo, cuando se le ocurrió al primer mandatario que tenía que intervenir para confesar su metida de guayo, lo primero que hizo fue reconocer sus tres primeros pecados capitales, como fue dejarse meter el gol, que prefirió admitir que fue un autogol, de enchufar en su primer gabinete, en los puestos estratégicos de su gobierno, al Ministro Ocampo, a López Montaño y al Ministro Gaviria. Textualmente dijo, en modo desahogo y revelación, “me vieron cara de pendejo”, pero, seguramente, por respeto a la restricción del horario de televisión para menores, no dijo lo que él y los televidentes estábamos pensando que tenía en la puntica de la lengua y que seguramente quiso decir. Involucró en su perorata muy bien hilvanada a los actuales directivos del Banco de la República y muy especialmente, de manera reiterada y didáctica, el papel determinante y de conductor de esa patraña de la oposición, ejecutada desde la sombra, al ex presidente Iván Duque Márquez. Al ex mandatario lo asoció con la engañifa presupuestal de esconder mediante maniobras la bicoca de más treinta billones de pesos, platica que tuvo que asumir como deuda el actual gobierno del cambio. La grandeza del presidente Petro aumentó en la medida que los colombianos entendíamos la importancia de transparentar los Consejos de Ministros, pasándolos por la televisión oficial, haciendo públicas las sesiones y desentrañando los enredados secretos y pujas por el poder, incluyendo las trampas de un modelo de gobierno contra el otro.

La serie televisada que perfectamente podría llamarse Los Autogoles del Presidente, promete seguir destapando sorpresas para la audiencia nacional y muy especialmente en lo que viene en los esperados y emocionantes capítulos, relacionados con goles y autogoles en los diferentes espacios territoriales de la patria. Una de las más esperadas explicaciones del señor Presidente será la de cómo, por primera vez en La Guajira, por ejemplo, en pleno apogeo del histórico gobierno del cambio, los resultados electorales en las elecciones regionales fueron los peores, a tal extremo, que ha sido en este gobierno de transformaciones, cuando más se acomodó la derecha, cuando más se ha fortalecido. Los expertos en política no descartan que el Presidente Petro, en sublime y televisado acto de contrición y atrición, explique didácticamente a los colombianos, si es cierto o no, que esa embarrada electoral se explica de la misma manera, es decir, que fueron por traiciones y culpa de sus aliados ministros santistas, o fue su misma gente coaligada en el denominado pacto histórico, los que directa o indirectamente deben cargar con tremenda responsabilidad.

Recuerdo que, en las páginas de esta revista, mi compadre y vecino, Inocencio Irónico, le dijo al presidente Petro que la Ministra López, más conocida como la Chechi. en caso de que ella hubiese sido la responsable, no debió introducir al curubito del gobierno del cambio a don Pepe Lafaurie, mucho menos atornillarlo en la rectoría de los delicados temas de repartición de tierras y respecto a cumplir con el asunto esencial de Acuerdo de la Habana. Nuestro presidente no logró impedir ese gol de cabeza de parte de la derecha, sino que ocasionó un penalti que también fue un cipote gol por el costado derecho, pateado por el mismo personaje, haciéndose nombrar como el gran censor y filtro de la paz trazada con el ELN. Las boletas de entrada a las salas de cine, para escuchar y presenciar estas revelaciones presidenciales y otras que se esperan con bastante interés en la provincia colombiana, serán agotadas y se subirá el rating de la gran audiencia, lo mismo que el reconocimiento y el prestigio de los Consejos de Ministros televisados.

viernes, 28 de marzo de 2025

CANDIDATO PRESIDENCIAL ARAÚJO RECOMIENDA RÉGIMEN PARLAMENTARIO

 Por Jaime Araújo Rentería

CHOQUE ENTRE PRESIDENTE Y CONGRESO SUSCITA RECOMENDACIÓN DE UN RÉGIMEN PARLAMENTARIO POR PARTE DE JAIME ARAÚJO RENTERÍA. ESTO ESCRIBIÓ EL CANDIDATO PRESIDENCIAL DE CAUSA COLOMBIA AL RESPECTO:

A raíz del choque entre el presidente de la república y el congreso, sería importante debatir el cambio de la forma de gobierno en Colombia y pasar del Gobierno presidencial al parlamentario. dejando de lado algunas características importantes de los regímenes políticos debemos concentrarnos en las relaciones entre la rama legislativa del poder público y la rama ejecutiva del mismo. En el régimen presidencial el Ejecutivo tiene un solo órgano y esto es lo que explica que el presidente sea jefe de estado y jefe de gobierno al mismo tiempo; en cambio, en el régimen parlamentario el Ejecutivo está integrado por dos órganos de manera que uno es jefe de estado y otro es el jefe de gobierno y esto es lo que explica que en España el rey sea jefe de estado y el señor Pedro Sánchez el jefe de gobierno. 

 

Dónde existen regímenes presidenciales o formas de gobierno presidencial como en Colombia son inevitables los choques entre el gobierno y el congreso ya que ambos derivan su poder de la misma fuente; pues el congreso es elegido directamente por el pueblo y el presidente también es elegido popularmente, lo que hace que en el congreso, probablemente, exista una mayoría distinta a la del presidente de la república o dicho de otra manera, que el presidente no tenga la mayoría en el congreso y en consecuencia no pueda aprobar las leyes que él considera, plasman su concepción de estado o los objetivos de su gobierno y normalmente las soluciones propuestas son todas inconstitucionales o que el presidente cierre el congreso lo que está prohibido y constituye un acto dictatorial o que el congreso le dé un golpe de estado al presidente y no lo deje terminar su periodo constitucional, como sucedió en Perú. La tercera solución- que es la más frecuente- en estos regímenes presidenciales es que el presidente comience a comprar congresistas para lograr una mayoría, lo que debilita al congreso y al control político que éste debe hacer del gobierno.

Si nosotros cambiáramos la forma de gobierno presidencial por la forma parlamentaria no se presentarían estos choques ya que el jefe de gobierno no se elige popularmente como sucede en el caso del presidente de la república, sino que este jefe de gobierno es el jefe del partido o de la coalición de partidos que tienen la mayoría en el órgano legislativo y esto sin duda da una gran gobernabilidad al ejecutivo, ya que el jefe de gobierno cuenta con las mayorías en el órgano legislativo, en el parlamento y esto le garantiza que sus propuestas de gobierno van a ser aprobadas por el órgano legislativo y de esta manera se evita ese choque de trenes entre legislativo y ejecutivo. Mientras el gobierno cuente con la confianza del parlamento podrá gobernar sin choques y esta confianza sólo se rompe con el voto de censura; que tenemos mal diseñada en Colombia, pues solo se aplica a los ministros.

Controles INTERORGANOS

Existiendo en el estado moderno cuatro detentadores del poder político, pueblo (electorado), legislativo, gobierno y tribunales, los controles interórgano son también de cuatro clases: a) Del legislativo sobre el gobierno; b) Del gobierno sobre el legislativo; c) De los tribunales sobre el legislativo y el gobierno y d) del electorado sobre los otros tres órganos de poder.

a) Control del legislativo sobre el gobierno

Se pueden distinguir tres esferas de control del legislativo sobre el ejecutivo

como son:

1) Nombramiento de los titulares de los órganos gubernamentales

En los regímenes parlamentarios, donde el jefe de estado no es escogido popularmente o por vía hereditaria, lo elige el parlamento; elige también al jefe de gobierno (primer ministro), por medio de la elección directa o confirma (mediante un voto de confianza) la designación hecha por el jefe de estado del jefe de gobierno.

2) El control político sobre la manera como ejerce el gobierno sus Funciones.

Dentro de los modos de ejercer este control encontramos: los debates parlamentarios; las comisiones de investigación; la aprobación de tratados internacionales; la aprobación anual del presupuesto o de los presupuestos adicionales. La forma más importante de control político es el voto de censura contra el gobierno o uno de sus ministros o la no concesión del voto de confianza solicitado por el gobierno para un asunto considerado vital por el mismo.

Es importante distinguir el verdadero control político del control jurídico. Este último se presenta, cuando el parlamento inquiere al gobierno por la violación de normas jurídicas, de cualquier naturaleza, constitucional, legal o reglamentaria; en cambio el verdadero control político se presenta cuando sin existir violación de normas, sin embargo el órgano legislativo no está de acuerdo con las políticas públicas del gobierno (con su política económica, con su política laboral, agraria, de salud, educación, etcétera).

3) La destitución del jefe de estado o presidente (impeachment)

Cuando el jefe de estado o el presidente sobrepasan sus competencias constitucionales o cometen delitos, es posible iniciar una acusación contra ellos, que ordinariamente será formulada por la cámara baja del parlamento y el juzgamiento lo hace la cámara alta.

b) Control del gobierno sobre el legislativo

El gobierno puede ejercer control sobre el órgano legislativo por medio de los siguientes instrumentos: La iniciativa legislativo que tiene el gobierno por medio de sus ministros, en muchas partes la iniciativa en materias que implican gasto público está reservada al gobierno; la posibilidad que tiene el gobierno de intervenir en el orden del día de las sesiones parlamentarias y de enviar mensajes de urgencia que obligan al parlamento a ocuparse con preferencia de los asuntos que interesan al gobierno.

El gobierno puede influenciar el proceso legislativo aun después de hecha la ley mediante la institución del veto de la ley (por razones de conveniencia o de inconstitucionalidad); puede así mismo, ejercer funciones legislativas por derecho propio (estado de sitio, de asedio, de emergencia, etc.) o en virtud de delegación que le haya hecho el órgano legislativo (facultades extraordinarias).

El gobierno, también, influye en la legislación por medio de la potestad reglamentaria que le permite emitir reglamentos de ejecución de la ley.

La forma más radical de control del gobierno sobre el parlamento es la que se da en los regímenes parlamentarios con la disolución anticipada del parlamento, bien de la cámara baja o de ambas cámaras, por parte del gobierno, que obliga a consultar al electorado.

Control del electorado sobre los tres órganos del poder

El pueblo organizado políticamente puede ejercer un gran control sobre los tres detentadores del poder, adquiriendo la categoría de supremo detentador del poder político. Con el advenimiento de la democracia, la integración de los órganos del poder se hace normalmente por elección, directamente por el pueblo o por los órganos elegidos popularmente (indirectamente por el pueblo).

Cuando existen conflictos entre órganos de poder, por ejemplo entre el gobierno y el parlamento (en el régimen parlamentario), el gran árbitro, producida la disolución del parlamento es el pueblo elector.

El pueblo participa, así mismo en las funciones primordiales del estado como son la función constituyente, la función legislativa (iniciativa popular legislativa y referéndum) y en las decisiones sobre la forma de estado o algunos de los elementos del estado (plebiscitos sobre monarquía o república o el plebiscito territorial).

Es hora de debatir si pasamos del gobierno presidencial al parlamentario si queremos evitar el choque de trenes.

lunes, 24 de marzo de 2025

Mi viaje al Amazonas

 

EL INDIO BENJUMEA

Por Jaime Araújo Rentería

En mi recorrido por el Amazonas, muy cerca de Leticia, encontré en lo que se conoce como kilómetro 21 un refugio maravillosamente ecológico en donde habita Orlando Benjumea, popularmente conocido y reconocido como El Indio Benjumea. El sitio es una especie de templo de la ecología social aplicada en el que habitan armoniosamente en paz El Indio, sus dos o tres trabajadores y una impresionante cantidad de peces ornamentales que conviven tranquila y extrañamente con unos gigantes pirarucús. Realmente, la sensación que uno experimenta como visitante es que el lugar funciona como una especie de templo del pirarucú en el que regenta con autoridad y sabiduría el locuaz Indio Benjumea y como el gran pastor del hermoso altar del agua en el reinado de la vida. También hay que reconocer y destacar que el personaje de esta crónica es un intelectual activo y militante de la biodiversidad que carga con orgullo y de manera permanente el título de sentirse indio. Escuchar las explicaciones de su esplendorosa obra de ingeniería hidráulica manual en un área de cinco hectáreas a punta de pala y barretón, constituye un ejercicio de la pedagogía de la sencillez humana. En una de las paredes de ese santuario de la ecología observamos que luce colgado con la mayor naturalidad un reconocimiento de las autoridades de la COP 16 a su obra, un importante documento que no es otra cosa que un diploma a su tenacidad en asuntos de la biodiversidad. Su característica carcajada resuena más en las orillas de la selva amazónica cuando tiene que aceptar con la mayor humildad que cuando literalmente se secó el rio amazonas, delegaciones de expertos colombianos y extranjeros llegaron a comprobar que los niveles del agua se habían mantenido en su predio por encima de los niveles del río y de los otros lugares del contorno. Cuando pensé que ya lo había visto todo, descubrí un discreto letrero que decía:

“Soy maravillosamente imperfecto, escandalosamente feliz: Indio”

domingo, 16 de marzo de 2025

RECORDANDO AL PAPA FRANCISCO

 Por Armando Pérez Araújo



 MONSEÑOR CEBALLOS, “NINGUNA PLAGA ES INCURABLE…”

…La anterior frase fue pronunciada por el papa a su llegada al país, ante todos los obispos colombianos en su discurso de 07-09-2017. La expresión de nuestro gran papa, es decir, entendida en el contexto de su locución inaugural, pertinente y completa, que justifica el título de esta columna, fue edificada de la siguiente manera: … Vengo para anunciar a Cristo y para cumplir en su nombre un itinerario de paz y reconciliación. ¡Cristo es nuestra paz! ¡Él nos ha reconciliado con Dios y entre nosotros! “Por esto, como peregrino, me dirijo a su Iglesia. De ustedes soy hermano, deseoso de compartir a Cristo Resucitado para quien ningún muro es perenne, ningún miedo es indestructible, ninguna plaga es incurable”. Significa, que el perentorio llamado del Santo Papa, que fue una especie de advertencia desde aquél entonces a los obispos de Colombia, y el nuestro, el de La Guajira no podría ser la excepción, ya que su manifestación fue sin duda refiriéndose a la doctrina del mismísimo Cristo, resaltando que su intención, no era acuñar una afortunada frase suya y volverla viral, como se dice ahora, sino abundar en recursos del más alto calado social de la iglesia católica, para que fuese inolvidable y ojalá recurrente y tenida en cuenta en todos los rincones del país. Por esa razón, las vigorosas y valientes manifestaciones del otro Francisco, el nuestro, el obispo Francisco Ceballos, expresadas en el sentido lenguaje, con profundo y transparente comunicado público, ampliamente difundido, hace apenas un par de semanas, nos merecen la mayor credibilidad, el total respeto y absoluto acatamiento. Lo anterior lo expreso con la mayor humildad, pero con la autoridad que me nace de la imborrable circunstancia de haberme formado en una familia católica y de haber sido profundamente crítico y contradictor de las enseñanzas y prácticas de otros obispos y sacerdotes que, en La Guajira indígena y afrodescendiente, se pusieron del lado de los intereses oscuros de la minería abusiva y en contra de los humildes habitantes de este departamento. Volviendo al tema de esta columna y recordemos que, en esa misma ocasión, en el mismo discurso, el Santo Papa también les dijo a los obispos de Colombia lo siguiente: Los invito a no tener miedo de tocar la carne herida de la propia historia y de la historia de su gente. Háganlo con humildad, sin la vana pretensión de protagonismo, y con el corazón indiviso, libre de compromisos o servilismos. Sólo Dios es Señor y a ninguna otra causa se debe someter nuestra alma de pastores”. Colombia tiene necesidad de su mirada propia de obispos, para sostenerla en el coraje del primer paso hacia la paz definitiva, la reconciliación, hacia la abdicación de la violencia como método, la superación de las desigualdades que son la raíz de tantos sufrimientos, la renuncia al camino fácil, pero sin salida de la corrupción, la paciente y perseverante consolidación de la “res publica” que requiere la superación de la miseria y de la desigualdad.”

LOS SARMIENTOS

Adicionalmente, el Santo Padre Francisco, se refirió en aquél entonces a los sarmientos, exhortando el auto reconocimiento como pámpanos, vástagos, greñas, rastros, de ninguna manera aludiendo con esos términos a los poderosos Sarmientos que ahora recorren La Guajira, derramando bendiciones económicas de la mano de otros poderosos de turno. Cedo de nuevo la palabra al papa Francisco:

“Dios nos precede, somos sarmientos y no la vid. Por tanto, no enmudezcan la voz de Aquel que los ha llamado ni se ilusionen en que sea la suma de sus pobres virtudes o los halagos de los poderosos de turno quienes aseguran el resultado de la misión que les ha confiado Dios. Al contrario, mendiguen en la oración cuando no puedan dar ni darse, para que tengan algo que ofrecer a aquellos que se acercan constantemente a sus corazones de pastores. La oración en la vida del obispo es la savia vital que pasa por la vid, sin la cual el sarmiento se marchita volviéndose infecundo. Por tanto, luchen con Dios, y más todavía en la noche de su ausencia, hasta que Él no los bendiga (cf. Gn 32,25-27). Las heridas de esa cotidiana y prioritaria batalla en la oración serán fuente de curación para ustedes; serán heridos por Dios para hacerse capaces de curar”.

 

 

 

miércoles, 5 de marzo de 2025

No me arrepiento de haber votado por Gustavo Petro para Presidente...

 Por Armando Pérez Araújo

…tampoco significa que esté feliz de la vida por tantas cosas que han pasado y por tanto tiempo desaprovechado en este cuarto de hora cargado de esperanzas, que poco a poco se han desvanecido con el inexorable paso del tiempo. El presidente Petro nos ha demostrado que le caben los grandes problemas de la patria en la cabeza, incluso, los enormes y profundos asuntos de las tremendas discusiones globales donde ha sobresalido con brillantez, balance que nos enorgullece como compatriotas suyos. Igualmente, el señor Presidente, a pesar de la agreste y desbordada oposición, hay que reconocer que lucha incesantemente para defender las transformaciones que requiere el país, muchas de ellas elaboradamente saboteadas por el poder constituido y consolidado durante muchos años, y por la renovada y briosa corrupción galopante. Sin embargo, es bueno, justo y útil reconocer que, en algunos temas, por cierto no menores, el señor Presidente ha venido fallando, verbigracia, en los siguientes que me permitiré expresarlos con profundo respeto y en el orden estrictamente cronológico en que se fueron presentando: en primer lugar, no fue acertada la decisión de configurar la lista cerrada al Senado de la República de la manera como se hizo, porque para el caso de la representatividad de algunos lugares de la provincia colombiana, el ejemplo de la Guajira podría servir, indica  que el método de selección no fue el más apropiado o adecuado. Lo explico mejor: configurar correctamente una lista cerrada al Senado con los mejores del país, supone que muchos hombres y mujeres iguales y/o mejores queden excluidos por cuenta de la votación sacada por esa lista, máxime si el mecanismo de configuración de la lista acordada no constituye un ejemplo de democracia local digno de imitación y reconocimiento. Desde un principio hemos afirmado que no tenemos nada personal contra la distinguida senadora Peralta, aunque se le podría cuestionar por los argumentos y méritos que se tuvieron en cuenta, y no fue culpa de ella, para acceder al privilegiado sexto renglón en la lista cerrada del Pacto Histórico, por encima de Iván Cepeda, Piedad Córdoba, Pedro Flórez, aliado de Benedetti, Isabel Zuleta, líder de Ríos Vivos, Álex Flórez, protegido por el alcalde de Medellín Daniel Quintero, Clara López, Robert Daza, Yuly Esmeralda Hernández, aliada de Camilo Romero y el mismísimo y brillante Wilson Arias, que estuvo casi ahogado, al momento de la distribución de las curules de su organización política. En todo caso, al Señor Presidente o a su cercano sanedrín se le podrían achacar algunas responsabilidades relacionadas con estos temas inaugurales de su gobierno que, incluso, tuvieron mucho que ver con los desconcertantes resultados de los pasados comicios regionales. Sigamos. Pero, hablando con la gente de la calle, hemos descubierto que otros asuntos banales, como haberse sentado el presidente Petro con el expresidente Uribe, como un par de viejos camaradas en desarrollo de charlas seguramente bien intencionadas, y asuntos no muy banales, como haber escogido al doctor José Félix Lafaurie como su par más idóneo para la política de tierras y de la paz de los colombianos, eso sí ha deteriorado, según se dice, las potencialidades del éxito de nuestro presidente y sus programas de transformación. De otra parte, y cambiando de tema, yo me encuentro entre los colombianos que no censuran al presidente por haber publicitado el Consejo de Ministros, al contrario, estoy entre quienes lo felicita por ello, porque creo que hacer pública esas sesiones, debería ser una práctica que vale la pena hacerla obligatoria en aras de fortalecer un componente de nuestra democracia, como lo es la transparencia, salvo respecto a aquellos asuntos considerados reservados para la suerte de la nación. Además, porque de otra manera el pueblo colombiano y el mismísimo Presidente no habrían hallado maneras de entender la fragilidad política del gobierno, tampoco la dramática división que sufre el grupo ministerial que impediría que uno cualquiera de los ministros resulte con facilidad siendo la carta ganadora del gobierno en las elecciones del 2026. También me encuentro entre los colombianos que justifican el nombramiento del ex senador Benedetti como Ministro del Interior, aspecto sobre el cual la revista Pensamiento Caribe había vaticinado dicha designación de la siguiente forma: “La decisión de Gustavo Francisco de volver imprescindible a Armandito no debería convertirse en el objetivo del poder mediático para masacrar al controvertido exembajador de la FAO.  Masacrar al amigo del presidente para hacerle oposición al presidente no tiene por ningún lado la lógica y ética periodística que requiere este momento de transformaciones truncadas, al menos que se pretenda transitar por los caminos de la violencia política. Lo digo de otra manera, un poco más escatológica o excremental, como lo dijera un célebre padre de la patria: lo que podría ser el gran problema, es decir, que el presidente haya vuelto imprescindible a uno de los conductores de su campaña a la presidencia, no debería servirle a la oposición para confundir la mierda con la pomada.  Armandito, gústele o no a sus colegas periodistas o a sus colegas de la política colombiana, tiene sus atractivos en el mundo del espectáculo político, también en el mundo de los roles del poder, y no podría ser, Armandito, la excepción, para que este presidente lo tenga en cuenta y lo reclute, en momentos de sobrevinientes aprietos políticos, incluso, electorales, si es que le da la soberana gana, cuando así lo considere, y parece que así ha sido, porque es indiscutible que el lenguaraz político barranquillero puede ayudarle a remar en las hediondas aguas del congreso. Eso no tiene necesariamente que revolverse con los extemporáneos argumentos feministas relacionados con los mediáticos bochinches de Armandito con Laura o con Adelina. Tengo que reconocer que me parecieron correctos los ingredientes sumados a la discusión por el muchacho Juan David, Ministro de Cultura, a propósito del rifirrafe periodístico sostenido con los Danieles. Ahora bien, que quede claro que no estamos exonerando a Armandito de nada, porque no se trata de exculparlo de sus pretéritas cagadas, simplemente es que el país no debería seguir sometido a un régimen de opiniones que pretende abrirse paso en los caminos del poder, atropellando las lógicas de la democracia, sobre todo del sentido común. El muchacho Juan David, con el mayor desparpajo, admite estar complacido con la llegada de Armandito al tercer piso de la casa de Nariño, defendiendo su rol de experto y confiable aliado en la estrategia de lidiar los incendios derivados de los comprobados excesos de la mayoría de los congresistas de la oposición, incluso, de los otros. Ya le dije a mi compadre Inocencio que, si yo fuera Gustavo Francisco, nombraría ipso facto, de manera inmediata, a Armandito como Ministro del Interior pa ´que se acabe la vaina y definitivamente alejar el demonio del golpe blando. Sólo así se podrían desembarazar los caminos de la paz total y de las benditas reformas en los que amanecemos cualquier día embarcados y el siguiente sin saber si se caen las estanterías de los proyectos banderas del cambio.” ( el fragmento entrecomillado fue escrito por Antagónico Franco para la Revista Pensamiento Caribe)

 Finalmente, quisiera que el Presidente que ayudamos a elegir, doctor Gustavo Petro Urrego, tome la insólita pero democrática e histórica decisión de retirar el apoyo de su gobierno a lo que se dice que podría ser una candidatura patrocinada por su gobierno y ofrecerles a todos los aspirantes iguales y reales garantías. Desde CAUSACOLOMBIA hemos defendido la tesis del ex magistrado y Candidato Presidencial Jaime Araújo Rentería, en el sentido de que apoyaremos con patriótico entusiasmo las transformaciones exitosas gestionadas y defendidas por este gobierno, también que conservaremos la INDEPENDENCIA para disentir y rectificar en lo que fuese necesario enmendar.

 

martes, 25 de febrero de 2025

LOS ESPÍAS DE ARAÚJO

Por Armando Pérez Araújo

Petro debería decir algo al respecto


Haber espiado al magistrado Jaime Araújo Rentería, hoy candidato presidencial, por el no muy simple hecho de haber sido un Juez Independiente, habla muy mal del gobierno que violó criminalmente sus derechos, aunque a los colombianos decentes y demócratas nos quede el consuelo de que semejante atropello habla muy bien de la caracterización ética, moral y jurisprudencial de quien asumió con decoro y compromiso social la defensa de la Constitución y los alcances jurídicos del Estado Social de Derecho, desde su condición de Magistrado de la Corte Constitucional.

Para empezar, la expresión seguimiento ilegal utilizada por el Consejo de Estado en su fallo, sugiere que hubo una tarea de inteligencia de alguna manera ordenada y realizada ilegalmente por terceros, sin embargo, resulta indispensable advertir que esa calificación de la honorable corporación contenciosa quedó muy corta frente a los extravagantes matices de perfidia y perversidad empleados por el gobierno a cargo del doctor Álvaro Uribe Vélez, léase, por el Estado colombiano. La tozudez de los elementos fácticos de las pruebas del caso revela que, por lo menos en el caso de Araújo Rentería, los autores del denominado seguimiento ilegal, fueron los mismos que cumplieron el rol simultáneo de ser los encargados de simular, es decir, de aparentarle a la víctima de tremenda doblez, que lo estaban protegiendo, conducta muy grave y emparentada con la perfidia. Este es un hecho que debe tener consecuencias jurídicas y políticas.

Lo importante ahora, más allá de criticar los tibios alcances del fallo del Consejo de Estado, parcialmente cumplidos, mejor dicho, incumplidos, es que éste gobierno, el del doctor Gustavo Petro Urrego, que los demócratas y defensores de los derechos humanos ayudamos a elegir, comprenda la necesidad de diferenciarse con lo que podría haber sucedido en gobiernos de pretéritas épocas de las cavernas. Tampoco nos quisiéramos enfrascar, aunque hay instancias y argumentos para hacerlo, en cuestionar de una forma u otra la formalidad escogida por ese alto tribunal de ordenarle a la Fiduprevisora y no al Presidente de la República, obligaciones inherentes al Estado colombiano, que son indelegables, además, porque no quedaron dudas de que es el verdadero responsable, ni siquiera el extinto DAS, como es la de ofrecerles disculpas públicas a las víctimas, en este caso al ex magistrado y hoy candidato presidencial Jaime Araújo Rentería. Dicho de otra forma: el Presidente Gustavo Petro debería ser consecuente y actuar, a nombre del Estado y de lo que han dejado de nuestra democracia, sin que nadie se lo solicite, ofreciéndole disculpas públicas al más indicado para que lo suceda en la silla presidencial.

Adicionalmente, y este asunto es de suprema importancia, el Consejo de Estado en su sentencia incluyó una orden, que su cumplimiento sí es del resorte del Señor Presidente, como consecuencia del susodicho fallo y también por mandato de la ley, que dice de la siguiente forma: "EXHÓRTASE al Departamento Administrativo de la Presidencia de la República para que dentro de los treinta días siguientes a la ejecutoria de esta providencia cree una comisión intersectorial, en los términos del artículo 45 de la Ley 489 de 1998, que tenga por objeto realizar el seguimiento de las denuncias que formulen los servidores públicos o particulares que manifiesten ser víctimas de seguimientos ilegales por parte de las entidades encargadas de ejercer actividades de inteligencia o contrainteligencia. Esa comisión deberá estar conformada por el Ministro de Defensa Nacional, el Ministro de Justicia, el Fiscal General de la Nación, el Procurador General de la República y el Defensor General del Pueblo, entre otros funcionarios"

Como el señor Presidente, por todos los medios de comunicación y en reuniones habidas y por haber, ha expresado inequívocamente que no está de acuerdo con las tristemente célebres chuzadas, tiene ahora la gran oportunidad de crear la mencionada comisión ordenada por el Consejo de Estado y de paso evitar que no se repita lo que a nuestro candidato Presidencial, Jaime Araújo Rentería.

martes, 18 de febrero de 2025

Yo apoyo la Lista de 100 colombianos libres y elegibles que propone Araújo Rentería

 

Por Armando Pérez Araújo

Evidentemente, la lista abierta de cien hombres y mujeres libres y elegibles que propone Jaime Araújo Rentería para configurar una propuesta amplia y popular al Senado de la República, no sólo constituye una buena fórmula para acceder de la manera más democrática posible, según la anacrónica normatividad disponible, al primer cargo de la nación, sino la más recomendada para llegar sin ataduras incómodas, ni amarres indecentes a la tradicional política colombiana. Analistas serios coinciden en que esa lista, apellidada como la de la Causa Colombia, además de resolver con creces las dificultades del antipático umbral previsto en la ley, propende por una vía independiente y expedita para alcanzar los matices de una nueva democracia. La configuración de dicha lista de cien hombres y mujeres libres y elegibles al senado, hará parte de la adopción de un mecanismo democrático de postulación transparente y popular que, como lo plantea el mismo Araújo Rentería, conllevará a la realización de una gran propuesta nacional de cambios y transformaciones dentro de los pesos y contrapesos de nuestra próxima democracia. Allí estarán hombres y mujeres representativos de una gran lucha nacional por el acceso efectivo a los derechos, también los representantes de los jóvenes progresistas de la nación, de los trabajadores demócratas, de los intereses de los pensionados, de las víctimas, de los genuinos líderes de la causa indígena y afrodescendiente, de los empresarios demócratas, de los exponentes legítimos de cada región colombiana, en fin, una gran lista abierta, en la que todos quisiéramos estar, que debería ser el producto de una selección democrática de los mejores cien colombianos con opción de elegibilidad. En la susodicha lista no podrán estar, ni siquiera asomados por la ventana de la politiquería, los habituales y poderosos contratistas del estado, de manera directa o por interpuesta persona, tampoco los conspicuos exponentes de la corrupción alojados en los viejos partidos, ni de manera directa ni por interpuesta persona, tampoco los agentes o patrocinadores del latifundismo colombiano, muchísimo menos quienes añoran la posibilidad de que se traben las posibilidades de la paz y que retornen los ventarrones de la guerra entre los colombianos.

En esa lista, en la que yo quisiera estar, no sólo estarían los votos sumados de cada uno de los candidatos, individualmente considerados, sino los que le pertenecerían a la lista como pretensión colectiva de gran calado transformador y como censura colectiva a las otras listas de mala calaña, especialmente a las tristemente famosas listas cerradas.

martes, 11 de febrero de 2025

EL EDITORIAL, un avance la próxima edición de la revista Pensamiento Caribe

 

Araújo, sí es posible

Nunca antes, a menos de veinte meses de las próximas elecciones, el país social, inclusive el país político que se supone enterado y adiestrado en el análisis de la cosa electoral, estuvo tan repleto de ingredientes caóticos como los que reinan hoy en la vida de los colombianos. Ni siquiera los sabiondos de los medios tradicionales de comunicación atinan en el análisis, por el dime que yo te diré existente en los partidos o porque no se atreven a contradecir el poder determinador detrás de cada plataforma informativa. Por el lado de los exponentes presidenciables de la derecha, o de los que se creen serlo, además de la desacostumbrada desconexión con los centros de distribución burocráticos, su natural hábitat, ahora están circunstanciados por la complicada y negativa coyuntura que atraviesa su principal líder, el expresidente Uribe, algo que alguna vez él vaticinó como la hecatombe política. Sin contar con que las individualidades que fungen como precandidatos, unos más populares que otros, ninguno tiene posibilidad de unificar las mayorías suficientes para ganar en el 2026 la presidencia de la República. Por el lado de los que aspiran a arroparse en la prolongación del proyecto encarnado por el hoy Presidente Petro, llámense como se llamen, Pacto Histórico, simples petristas, Unitarios, Progresistas, etcétera, la situación luce peor, porque, Independiente de los destrozos electorales y personales exhibidos en el televisado Consejo de Ministros de un martes cualquiera, la integralidad de la izquierda colombiana está estragada por los normales trámites de la edificación del cambio transformador anunciado por el presidente Petro y por cualquier cantidad de otras razones que no son del caso examinar ahora. Un poco parecido a lo que ocurre en la derecha, acá en este lado, la situación tiene sus propios matices y connotaciones. La lista de herederos del solio de Petro tiene exponentes muy buenos, aunque visiblemente inexpertos en el conocimiento del funcionamiento del Estado y distantes del pueblo de carne y hueso residenciado en la periferia de las ciudades y del resto del país nacional. Pongamos un solo ejemplo: la exministra Susana Muhamad, que salió bien librada como Ministra del Ambiente, y por esa razón estaría totalmente legitimada como una buena opción para jugarla como candidata presidencial, intelectualmente inobjetable, absolutamente decente, en el terreno de las realidades sociales del pueblo colombiano, en los estadios llenos de la realpolitik, resultaría siendo una ilustre desconocida, incluso, podría ser descalificada como gobernante inapropiada para lidiar con las abusivas posturas de los tigres del abusivo parlamento colombiano.

En cambio, Jaime Araújo Rentería, la opción de los colombianos indignados, y esto no es un slogan de campaña, que propugna con legitimidad por la búsqueda de una nueva democracia, que tampoco es un lema publicitario de su trasegar político, conserva la posibilidad de ser respetado por los mayoritarios sectores del progresismo, porque él los ha respetado, incluso, protegido, también por importantes sectores del centro y de la derecha porque él no los ha denostado para encaramarse en las cimas de la rama judicial y de la política alternativa, en donde ha llegado y se ha mantenido sin mácula de ninguna naturaleza. Haber sido presidente de la Corte Constitucional, no solo ha sido su palmarés más importante, sino haber sido un magnífico presidente de la Corte Constitucional, que no es lo mismo, al lado de otros igualmente prestigiosos como Carlos Gaviria, para mencionar a unos de los más trascendentes jueces que sin meterse en los espacios de la truculenta politiquería, sus memorables sentencias y su proverbial independencia de los poderes constituidos ha traspasado los linderos de los líderes comunes y corrientes. La gente de la calle, los académicos, los opinadores independientes, coinciden en que Jaime Araújo Rentería podría asegurar que lo bueno que haga este gobierno del presidente Petro pueda sin ningún temor consolidarse, lo mismo que rectificar en donde haya que rectificar, máxime si se tratare de enderezar y garantizar asuntos del respeto efectivo de los derechos humanos en donde Araújo Rentería ha sido reconocido como brillante defensor. Sin ningún temor, nuestra invitación es que hagamos el ejercicio de considerar que con Araújo es posible continuar en lo que sea necesario continuar, transformar en donde sea rigurosamente necesario transformar y edificar las bases que sean indispensables para perdurar con los beneficios de una nueva democracia para todos los colombianos.

Nos puedes encontrar el www, causacolombia.com, revista Pensamiento Caribe, Blog pensamiento caribe.

martes, 4 de febrero de 2025

ENTREVISTA FRANCA DE ANTAGÓNICO FRANCO

 

Antagónico Franco, columnista y entrevistador de la Revista Pensamiento Caribe entrevista al director de ese importante medio alternativo.

AF; ¿Dame una buena razón para que estés tan comprometido con la campaña de Jaime Araújo Rentería a la Presidencia de la República?

APA; La primera y más importante es que es un ciudadano independiente. Toda la vida lo ha sido independiente. Lo fue cuando estuvo de Magistrado en la Corte Constitucional, también en el CNE fue absolutamente independiente, pero comprometido con la progresividad de los Derechos Humanos de la gente. Otra razón, igualmente importante, es que está muy bien capacitado para orientar los nuevos cambios que requiere nuestra enclenque democracia. Te lo digo con absoluto respeto a los demás candidatos y candidatas, de izquierda, centro o de derecha, el candidato Araújo es el más experimentado, también el prototipo del presidente independiente que necesitamos los colombianos.

AF; Eso de la independencia y de la preparación de los candidatos es relativo. Usted mira la hoja de vida o las propuestas de los diferentes candidatos y candidatas, encontrará que todos se muestran como los más preparados y los más independientes. No hay uno solo que pretenda mostrarse atado o atada a los clanes políticos, tampoco que descuide incluir en su información personal los logros académicos de cada uno de ellos. ¿Cuál es la diferencia entre ellos y Araújo?

APA; La diferencia no es sutil. Usted póngase a leer, compare y saque sus propias conclusiones. Una cosa es la información que aparece en el papel o en las redes y otra es la lectura que la ciudadanía y especialmente los medios de comunicación independientes, tenemos que hacer de la vida de los candidatos. En el caso de la vida de Jaime Araújo Rentería, la independencia ha sido obvia, ha sido su ruta y su militancia ética, académica y política. En el caso de los otros y de las otras, sin demeritar a nadie, haga usted lo mismo, lea bien, compare bien y saque las conclusiones. Lo voy a ayudar con dos o tres ejemplos: Jaime Araújo Rentería, desde que fue un joven y distinguido estudiante de bachillerato en el popular colegio Loperena de la ciudad de Valledupar, fue rebelde y políticamente diferente, lo mismo que en las aulas de la universidad en Colombia, en México, Argentina y en Italia, donde fue sencillamente brillante. En la Corte Constitucional, como Magistrado y presidente de la institución, fue excelente y, lo más importante, siguió siendo coherente e independiente. Lo invito a que averigüe por sus sentencias en los temas más trascendentales de la vida de los colombianos y entonces entenderá las razones del porqué los colombianos encontramos que su candidatura es viable y merecida. Jaime Araújo Rentería, como simple ciudadano, sin pertenecer a la Unión Patriótica, sin que mediara una contratación profesional, es decir, por puro amor al respeto de los derechos humanos se juntó con un puñado de profesionales independientes de diferentes disciplinas de las ciencias sociales, y con ellos orientó el camino de la exitosa recuperación de la personería jurídica de esa organización política, que posteriormente fue indispensable en la estructura electoral del actual Presidente de la República y que, además, hoy es el espacio político que aloja a distinguidos congresistas y miles de militantes de gran valía para la transformación que requiere nuestra democracia.

AF; ¿En cuales asuntos de esta campaña política presidencial sientes que Jaime Araújo Rentería les lleva ventaja a los otros candidatos y en cuáles estos son superiores a él?

APA; En el terreno de las propuestas de transformación política nuestro candidato Jaime Araújo Rentería es inmensamente ganador, también en los espacios de la credibilidad, porque es evidente su independencia y porque también son elocuentes los vínculos de subordinación de los otros y otras con los viejos estándares de la corrupción reinante y, en algunos casos, sus peligrosas y subalternas relaciones con los centros del poder político y de los grupos económicos dominantes que fungen como determinadores del caos social y político colombiano que nos carcome. Te lo respondo de otra manera: Jaime Araújo Rentería ha preferido obtener el aval derivado de las firmas de grupos significativos de ciudadanos, en vez de aceptar los riesgos que imponen las condiciones inapropiadas de la izquierda, del centro o de la derecha. En ese ámbito también su candidatura es y será absolutamente ganadora. La segunda parte de tu pregunta la contesto con el siguiente planteo:  si las elecciones fueran hoy, dadas las influencias e interferencias de los medios masivos de comunicación, tendríamos que admitir que nuestro candidato, siendo inmensamente el mejor, caería ante el apabullador poder de los medios y porque, recordemos, que estos factores de poder electoral, también son de propiedad de los grupos económicos que más perturban la progresividad de los derechos. Claro, si las elecciones fueran hoy podríamos predecir esa debacle, pero de aquí a las elecciones de Congreso y presidenciales de 2026, si las redes y los medios alternativos, los empresarios de una nueva democracia, los sindicatos, los pensionados, los campesinos, indígenas, afros, mujeres, jóvenes, estudiantes, docentes, lo que Araújo Rentería denomina la sociedad indignada de Colombia, reacciona positivamente, nos ponemos las pilas, tenga usted la plena seguridad que sin duda tendremos en el solio de Bolívar a un vallenato, demócrata y progresista, llevando las riendas del cambio y conquistando los anhelados niveles de una pronta y permanente paz para los colombianos. Algunos opinadores, pésimos analistas y peores ciudadanos, nos hacen la pregunta del millón, que se refiere a preguntarnos, sin pudor, quiénes serán los financiadores de la campaña de Araújo, pretendiendo inferir de semejante preocupación que él no tiene tales financiadores y por ende carecería del indispensable respaldo logístico, léase, poder comprar los votos al por mayor y al detal, para poder participar y ganar. Claro, en primer lugar, tengo que decir que una candidatura verdaderamente popular como la de Araújo Rentería, no necesita financiar lo que hoy se conoce como una campaña electoral. Lo que está diseñado y caminando a pasos agigantados es una iniciativa ciudadana de educación política, de comunicaciones totalmente diferentes y de autofinanciación, empeñada en diferenciar a nuestro candidato. Uno de los secretos es desterrar la posibilidad de una lista cerrada al Senado de la República y concentrarnos en la configuración de una lista abierta de cien ciudadanos y ciudadanas libres y elegibles, en la que no predominen los padrinazgos de los directorios de la politiquería ni los contratistas habituales del Estado.

domingo, 2 de febrero de 2025

DIFERENTE E INTERESANTE PUNTO DE VISTA

LECCIONES DEL CHOQUE COLOMBIA-USA

Por Jaime Araújo Rentería

En el tema de la dignidad humana, como defensor de derechos humanos, estoy de acuerdo que este derecho pertenece a los seres humanos por el solo hecho de ser personas y que lo tienen en cualquier lugar en que se encuentren. Lo tienen incluso aquellas personas que no han respetado la dignidad humana de otras, como es el caso de los criminales y con mayor razón, aquellos cuya única falta ha sido buscar una mejor vida para ellos y para sus hijos.

Lo tienen con mayor razón los niños menores de 14 años que no tienen la capacidad mental para cometer delitos por falta de madurez psicológica, muchos de los cuales son deportados con sus padres. Por esta misma razón, es que hay que distinguir la clase de inmigrantes que son deportados: Los que han violado la ley con crímenes y los que la han violado con una pequeña infracción de tránsito, o los que no han hecho ninguna de las dos cosas anteriores y solo están en situación irregular en un país extranjero; Y con mayor razón los niños de los inmigrantes.

No hay duda que todos deben ser respetados en su dignidad humana. Por esta misma razón, es que no todos pueden venir encadenados o esposados.

De otro punto de vista, no se nos puede olvidar, que todos son colombianos y por la misma razón, tienen el derecho a entrar y salir del territorio nacional a la luz del artículo 24 de la constitución, como los defendimos durante la pandemia del Covid, frente a aquellas voces que proponían cerrar aeropuertos y puertos a los propios colombianos con el argumento de que podían infectarnos con el Covid. En esa oportunidad defendimos el derecho de los colombianos que estaban por cualquier razón en el exterior de regresar a Colombia aún infectados de Covid y lógicamente aplicando las  medidas sanitarias pertinentes. 

Como quiera que las estadísticas muestran que no era la primera vez que se hacían deportaciones desde Estados Unidos hacia Colombia y que el solo año pasado se registraron cerca de 15,000 deportaciones sin que hubiera ninguna protesta, por parte del gobierno sobre ellas y que estadísticamente son cerca de dos vuelos semanales que traen deportados colombianos, es legítimo preguntarnos o hacernos varias preguntas: ¿Por qué no se protestó antes y ahora sí? dejando claro que la defensa de los Derechos siempre es legítima y que el hecho de que no se hubiera protestado antes no le quita legitimidad a la protesta de ahora; pues aquí es válido el dicho, de que más vale tarde que nunca.

En realidad, ¿hubo algo distinto en la deportación de los colombianos que venían en esa fecha?. Para saberlo, tendríamos que conocer todos los casos de todos los colombianos que han sido deportados desde USA o para tener un universo más reducido, todos los casos de los deportados a Colombia durante la actual gobierno.

Sería bueno conocer esas estadísticas sobre la cantidad de personas formas y maneras en que fuera un deportadas. Lo que sí parece nuevo, era la manera como eran traídos algunos colombianos que no han cometido crímenes o violaciones ínfimas de la ley como son las de tránsito, o solo por inmigrar o niños, y que en consecuencia no deberían venir ni esposados ni encadenados.

Parece que otra novedad era el medio de transporte. Naves militares y si esto es así hay que recordar que nuestra constitución en el artículo 173 numeral 4 y 237 numeral 3 inciso 2, no permite el estacionamiento o tránsito de aeronaves extranjeras de guerra ni el tránsito de tropas extranjeras coma sin autorización del senado y oyendo previamente al Consejo de Estado,  de manera que estas normas constitucionales deben ser el argumento que debe esgrimir el gobierno nacional ante las autoridades de USA, para que no traigan inmigrantes en aviones o naves de guerra, ni siquiera manejadas por civiles, como parece que se pactó,  veamos las normas: “Artículo 237. Son atribuciones del Consejo de Estado:  3. … En los casos de tránsito de tropas extranjeras por el territorio nacional, de estación o tránsito de buques o aeronaves extranjeros de guerra, en aguas o en territorio o en espacio aéreo de la nación, el gobierno debe oír previamente al Consejo de Estado. Artículo 173. Son atribuciones del Senado:  4. Permitir el tránsito de tropas extranjeras por el territorio de la República.” Es importante recordar que igualmente dignos son los colombianos que están en la calidad de inmigrantes en cualquier otro país coma incluidos países hermanos como México, donde desde hace mucho tiempo existen quejas del maltrato a los colombianos y la violación de sus derechos incluido el de su dignidad, para no hablar de algunos países europeos. Es importante que el gobierno, por los conductos diplomáticos, no por X; haga la reclamaciones correspondientes a los gobiernos de esos países sobre estos otros compatriotas que también tienen dignidad humana. 

Muchos hechos siguen sin clarificar y el debate político, sin fundamento fáctico, confunde en vez de aclarar; por ejemplo, ¿si es cierto o no que esos vuelos estaban autorizados previamente? y qué diferencia hubo entre lo autorizado y lo que llegaba a Colombia, pues parte de los argumentos de la contraparte de Colombia, era que los vuelos habían sido autorizados previamente y se habían incumplido el compromiso.

¿Cuál fue en realidad del compromiso de la oposición ante la grave situación y si de verdad ayudó a resolver el conflicto o simplemente se limitó a decir que ya habían fijado una posición en un comunicado, que en realidad no era ningún apoyo sino por el contrario una crítica al gobierno.

Como las políticas anti inmigración del actual presidente de Estados Unidos ya eran conocidas durante su campaña y su posesión muchos países del mundo y de América Latina Comenzando por México ya habían preparado un plan de retorno de sus nacionales en coordinación con todas las autoridades públicas. Se pregunta, entonces, cuál era el plan y cuál va a seguir siendo el plan de las autoridades colombianas para enfrentar esta realidad de las deportaciones?.

¿Cuál es el plan conjunto que se tiene con los otros países latinoamericanos que van a sufrir y están sufriendo esta política del presidente Trump ya que es necesario coordinar con todos los países que quieran defender sus connacionales y hacer respetar su dignidad?. Es importante también establecer vínculos con las organizaciones sociales y con la sociedad civil norteamericana que no es como se piensa que son todos iguales a su gobierno, ya que cerca de 72 millones de norteamericanos no votaron por el señor Trump; como no podemos olvidar que la guerra del Vietnam se ganó en Vietnam, pero principalmente dentro de los propios Estados Unidos, cuando la propia sociedad civil norteamericana cuestionó la intervención militar en Vietnam y se opuso a ella.

Ya hay grupos de norteamericanos que están defendiendo a los inmigrantes como es el caso de muchas Iglesias u organizaciones religiosas, comenzando en Chicago, que se están oponiendo a la orden de Ingresar a sus templos para llevarse inmigrantes, o senadores democráticos como Bernie Sanders.

Es importante también que se haga una defensa jurídica al interior de los Estados Unidos por parte de Colombia y en lo posible en Alianza con otros países latinoamericanos, ya que a pesar de las falencias de la Corte Suprema de USA, muchos jueces son de verdad independientes y se oponen a la violación de la Constitución y de su ley y para solo mencionar dos casos recordamos que el decreto de Trump de quitarle la nacionalidad a los niños o personas nacidas en Estados Unidos ya fue suspendido por un juez y lo mismo sucedió con la suspensión de las ayudas del gobierno central a Estados, municipios o territorios, que aplican políticas distintas a las de él, en temas como derechos de los diversos sexuales. Todo esto para decir que hay que hacer una defensa jurídica al interno de USA para que se respeten los derechos y la dignidad de los colombianos. Una especie de frente jurídico para la defensa de los derechos de los inmigrantes.

No hay duda que la crisis va a tener consecuencia futuras desfavorables y que estamos en la mira del país más poderoso del mundo; por eso, desde ahora, hay que comenzar en un plan de relaciones internacionales alternas como ya lo está instaurando México comenzando por diversificar los países, a quienes les exportamos nuestros productos, pero teniendo claro al mismo tiempo, que en materia de economía no hay milagros sino perseverancia, ya que abrir nuevos mercados requiere tiempo.

Que debemos unirnos también en lo que tengamos como causa común con todos los otros países que son objeto de amenazas y represalias por parte de un país poderoso, la unión de los débiles para poder enfrentar a los poderosos. Esto tenemos que comenzarlo a hacerlo ahora mismo y no esperar la próxima crisis sino hacer un plan de relaciones y alianzas internacionales en defensa de Colombia y de los colombianos y esperemos que el Ministerio de relaciones exteriores está en la altura del reto, aun que dudo de la formación para el cargo de nuestra actual canciller, ya que el problema no ni siquiera de inteligencia, sino de idoneidad, para enfrentar a Trump.

El gobierno de Colombia debe hacer un seguimiento permanente de la política exterior del gobierno de USA, pues paradójicamente nada de lo que sucedió con ese gobierno fue sorpresivo: ni la expulsión de inmigrantes, ni las sanciones arancelarias, ya que Trump lo había dicho durante su campaña y lo reiteró una vez posesionado dejando claro que los países que no recibieran a sus propios nacionales iban a ser objeto de represalias.

Como medida de precaución se deben retirar de los bancos norteamericanos las reservas de Colombia ya que es una práctica y una de las medidas de represalia, más eficaz, es congelar las reservas que tienen los países en el exterior, como le ha pasado a Venezuela. En este tema hay que actuar rápidamente.

ME GUSTA LA IDEA DE UNA NUEVA DEMOCRACIA CON DERECHOS

LA ENTREVISTA

POR: SALA DE REDACCIÓN Y ENTREVISTAS, REVISTA PENSAMIENTO CARIBE, tomada de la página www.causacolombia.com

JAIME ARAÚJO RENTERÍA RESOLVIÓ ASPIRAR DE NUEVO A LA PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA. LO HACE A NOMBRE DE LA SOCIEDAD CIVIL INDIGNADA POR FALTA DE DERECHOS. PROPONE EL PERFIL DE UNA NUEVA DEMOCRACIA CON DERECHOS.

La gran pregunta que se le ocurre a la gente de la calle es sobre si Jaime Araújo Rentería tiene posibilidades de ganar la Presidencia de la República en la contienda de 2026. Uno que otro imbécil se pregunta si el exmagistrado tiene dinero suficiente para aspirar a una dignidad de semejante envergadura, otros, un poco más estúpidos, se preocupan por saber si el reconocido jurista costeño tiene el beneplácito o bendición de los tradicionales dueños del poder político colombiano central, una cosa que la modernidad del funcionamiento electoral denomina avales de los desprestigiados partidos. Con su pausado discurso de experto conferencista y de curtido docente universitario, Jaime Araújo Rentería admite por primera vez, en esta ocasión, y sin ambages de ninguna naturaleza, que está dispuesto a recorrer de nuevo al país para proponer su nombre y escuchar la genuina versión del pueblo raso de las que serían sus prioridades para el cargo de Presidente de la República. Sospechando que en cualquier momento lo íbamos a fusilar con esa pregunta, nos convenció el entrevistado para que empezáramos por tratar ese grueso asunto de la entrevista de primero. De esa forma, sin prolegómenos de ninguna índole, el expresidente de la Corte Constitucional, confesó su interés en comunicar a todos los colombianos su ineludible decisión de aspirar y de poder llegar como ganador al primer cargo de la nación, interpretando y representando los intereses esenciales de la sociedad civil indignada por falta de derechos. Así comenzó:

JAR: Mi condición, expresada a lo largo de todo el país y frente a diferentes sociales y organizaciones que me apoyan, es que acudiremos a la recolección de firmas y a la discusión de un nuevo modelo político y democrático, incluyente, pero de ninguna manera subordinado de los viejos y caducos exponentes de la tradicional forma de entender la política. Esta es una situación de principios, además, en el entendido de que es la única vía de llegada de los nuevos sectores de la sociedad colombiana a los diferentes estamentos del poder público. Esta vez será la sociedad civil indignada por falta de derechos o por no poder acceder a ellos la que recogerá las firmas. Aspiramos a tener el aval político colectivo del pueblo colombiano. Eso lo tenemos avanzado.

PC: ¿Significa, que usted y sus amigos no tienen, como prioritaria tarea, encontrar la sombra de poderosos partidos de izquierda, centro o derecha, para obtener los avales de su aspiración presidencial y la de los integrantes de listas al Congreso?

JAR: Usted lo ha dicho. Esa no será nuestra prioridad. Nuestra principal vocación será concentrarnos en edificar una nueva fuerza parlamentaria con gente útil para sociedad, que nunca ha estado mangoneando en la política nacional o regional y en perfilar una nueva forma de gobernar, privilegiando los derechos de las regiones y los de toda la sociedad colombiana, sin excepciones. Esa es nuestra principal oferta de cambio real para el pueblo colombiano.

PC: Doctor Araújo, ¿cuál es la diferencia entre esa propuesta suya y las de otras candidaturas que también hablan de inclusión y de beneficiar a la sociedad con toda clase de derechos para todos?

JAR: La diferencia es que mi vida y la de la mayoría de los dirigentes que estamos embarcados en esta tarea, la hemos entregado a la defensa de los derechos. No es la nuestra una propuesta banderiza, es un compromiso de vida que la gente sabe descubrir y comprobar. Por ejemplo, en materia de paz, hemos entregado nuestro músculo intelectual, en la Corte, en la academia y en todos los escenarios y confrontaciones de nuestra existencia, a favor de la paz de los colombianos, sin excepción alguna. Hemos sido y somos coherentes y consecuentes. La gente lo sabe y lo reconoce.  En otros terrenos, por ejemplo, en las discusiones sobre los derechos de los pensionados, hemos hecho lo que nos corresponde, además, lo digo con todo respeto, a mí se me puede escrutar y medir en los diferentes espacios de la historia de la sociedad colombiana, por nuestra capacidad de ser invariablemente independiente de los grandes centros del poder económico que mueven los hilos de la política. A otros, contrario sensu, se les ve en la angustia política cotidiana de hallar patrocinadores, llámense jefes políticos de los partidos tradicionales o de grupos económicos con inconfesables intereses en la política. Nosotros estamos en la orilla diferente. Le huimos a esas deshonrosas marquillas de la vieja política de izquierda y de la derecha.

PC; ¿Por qué la sociedad civil está indignada?

JAR: Simplemente, porque No tiene derechos y porque No cesan los asesinatos, ni siquiera en el autodenominado gobierno del cambio, de líderes y lideresas de la sociedad civil. Fíjense que la situación es crítica, pues en el 2024 fueron asesinados 173 líderes, según la base de datos de Indepaz, y en lo que va del 2025, el promedio se acerca a un asesinato cada 2 días. Concluyamos en que es evidente que la falta de derechos a que han sometido a la sociedad, todos los gobiernos y la clase política dirigente colombiana, ha incidido en la creciente indignación que tenemos. La sociedad civil democrática, integrada por mujeres y hombres demócratas, indígenas demócratas, afro descendientes demócratas, jóvenes demócratas, campesinos y obreros demócratas, víctimas del conflicto armado demócratas, trabajadores e intelectuales independientes demócratas, miembros de organizaciones políticas y sociales de base, hemos decidido organizarnos, para tomar nuestro destino en nuestras propias manos, para ser sujetos y no objetos, de nuestro proceso histórico, tanto en el ámbito económico, como en el social, cultural, ideológico y político de Colombia.

Llegó la hora, en que la sociedad civil, haga oír su voz y ejerza el poder de su mayoría, hasta ahora silenciosa; que ha sido objeto de la violencia por parte del Estado y del no estado; de la violencia armada y de la económica, de la política y de la jurídica; de la social y cultural; de la violencia contra los derechos de los colombianos: violencia contra la vida y el trabajo; contra la salud y educación; contra su integridad física y la integridad del medio ambiente que lo rodea; violencia contra su libertad y su seguridad; violencia contra su derecho al desarrollo y contra la paz con justicia social; en una palabra, violencia contra todos los derechos de la sociedad civil.

Decimos claramente, que los demócratas de la sociedad civil, no somos inferiores a nuestro pueblo y a nuestro momento histórico, ni eludimos nuestro compromiso con el futuro, que vamos a luchar por la unidad de todas las personas demócratas, sin distinción de partidos políticos u organizaciones sociales, sin diferencia de sexo, raza, religión, edad, etc.; unidos con el pueblo campesino y obrero, constituyendo una organización con los estudiantes, con los trabajadores de los distintos sectores de la economía, desde el área de la salud, pasando por la educación hasta el sector minero; unidos con luchadores y luchadoras por la defensa de derechos humanos de la sociedad civil. Este frente político y social nos garantiza el triunfo de las fuerzas democráticas y lograr la transformación de las instituciones y estructuras del Estado y la sociedad colombiana, en una sociedad más justa, donde los colombianos vivan en paz con más derechos.

PC: ¿Para usted qué es la Sociedad Civil?

Podemos definir el concepto de sociedad civil, como la diversidad de personas que, con categoría de INDIVIDUOS o ciudadanos, y particularmente o de manera colectiva, actúan para adoptar decisiones que le interesan como individuo o sociedad en el ámbito público, en los temas y problemas que les afecten, que pueden ir desde la salud, la educación, el ambiente, bienestar social, el trabajo, la seguridad social, la paz, el desarrollo, la cultura y derechos humanos, entre otros. Este concepto, presupone que se trata de personas que se hallan fuera de las estructuras gubernamentales, de los partidos políticos, de empresas o poderes económicos y de las instituciones religiosas. Esto excluye a los miembros de las tres ramas del poder: legislativo, ejecutivo y judicial y a la clase política, incluidos los políticos que se han pasado toda la vida haciendo política y diciendo que no son políticos. Y que, aunque se pongan títulos y remoquetes distintos, cuando se califican como miembros de la oposición, de la derecha, centro o de la fementida izquierda, tienen los mismos vicios y defectos de las rancias elites políticas, comenzando porque tienen los mismos privilegios y son enemigos del pueblo trabajador, al que le niegan todos sus derechos.

PC: ¿Qué hará la sociedad civil ante los 2 grupos que aspiran al poder, es decir, entre quienes quieren volver al pasado y quienes siguen confundidos con un cambio que no fue?

JAR: Una cosa es lo que propone la derecha en Colombia, que recoge Pastrana, Uribe, Gaviria, Vargas y aliados, otra, lo que proponen el Pacto Histórico y otros grupos políticos a su alrededor y otra, completamente distinta, es la alternativa que proponemos los demócratas independientes de la sociedad civil. Los primeros son los que quieren volver al poder para darnos más de lo mismo, Falsos positivos, chuzadas, miseria, falta de educación y salud, falta de empleo y de oportunidades para los jóvenes y para los que tienen preferencias sexuales distintas, etc., y con los mismos actores y patrocinadores (Pastrana, Uribe, Gaviria, Duque, Santos, etc.). Los segundos quieren mantenerse en el poder, sin cumplir sus promesas de respetar los derechos de las mujeres o de los diversos sexuales, sin honrar sus promesas de lucha frontal contra la corrupción, sin respeto por la naturaleza-como sucede con las ballenas de Gorgona-, sin tomar distancia de los corruptos en los territorios, con tal de que voten en el Congreso proyectos del gobierno; Parece que poco importa con quién hacer los pactos, ni sobre qué bases axiológicas o programáticas. El único objetivo claro que tienen es ganar, sumando votos, aunque en el camino perdamos el alma o la conciencia política. Frente a estos 2 grupos, tenemos los miembros de la sociedad civil independientes, que queremos una Colombia de progreso y dignidad, donde el que tiene empleo lo conserve y el que no lo tiene lo obtenga, donde los derechos se amplíen para todos y no se restrinjan cada día más, como ahora sucede. Donde el que cree riqueza con sentido social, pueda seguir creándola, donde la riqueza justa no sea el problema sino la gravedad de la injusticia de la pobreza. Sociedad Civil independiente que cree en la dimensión humana del crecimiento económico, que éste debe aumentar con la totalidad de garantías, además del patrimonio económico, la esperanza de vida, la salud y la educación de todos los colombianos, que cree que un pacto social entre capital y trabajo puede ser el comienzo del desarrollo sostenido y sostenible. Sociedad civil independiente que cree que el hombre es un fin en sí mismo, que no puede ser tratado como una cosa y que es más digno en la medida en que la sociedad disfruta de más derechos. Que las personas son más importantes que las cosas y que las personas están primero; que los Gobiernos-incluido el Presidente- deben estar al servicio de las personas y no las personas al servicio de los gobiernos. Que todas las personas son igualmente dignas y, por lo mismo, merecedoras de todos los derechos humanos.

PC: ¿Qué le dicen y preguntan a usted los miembros de la sociedad civil indignada?

JAR: Me dicen que asuma mi responsabilidad histórica como lo hice en el 2010, como candidato Presidencial, para defender los derechos de los colombianos, cuando fui el único candidato que me opuse a la guerra y defendí la paz con justicia social entre colombianos, lo mismo que la paz con nuestros hermanos latinoamericanos que, como dijera ese gran latinoamericano que fue José Martí, la mejor manera de decir es hacer y que como ya defendí los derechos del pueblo es seguro que continuaré defendiéndolos: Les di, por primera vez, en el 2001, a las víctimas de la violencia sus derechos a la verdad, a la justicia, a la reparación y la garantía de no repetición; a las mujeres sus derechos como madres cabeza de familia, en su licencia de maternidad, o la libertad para que decidieran autónomamente qué hacer cuando resultaban embarazadas al sufrir la tragedia de la violación. A los trabajadores y pensionados les dí el derecho a conservar el valor adquisitivo de su salario; a los pensionados su derecho a que no les quitaran su salario, si previamente no los incluían en la nómina de pensionados. Defendí los derechos de los niños para que prevalecieran sobre los demás; defendí a los jóvenes, a las afrodescendientes cuando las discriminaron para que no entraran a una discoteca en Cartagena; a los indígenas cuando les fumigaban o quitaban sus territorios ancestrales o quitaban su saber milenario las trasnacionales farmacéuticas. Luché contra la discriminación por razones de raza, religión, opinión política o filosófica, para que todos tuvieran iguales derechos, incluidos quienes tienen preferencias sexuales distintas a las mías y pudieran darles a sus parejas la seguridad social, los alimentos, la sustitución pensional. Defendí a los consumidores para que no les pusieran más impuestos de IVA cuando la situación económica se había empeorado; defendí a las víctimas del Upac-Uvr, para que no les quitaran su vivienda a 2 millones de colombianos. Defendí la autonomía regional para que las personas donde viven, puedan darse sus autoridades, manejar sus recursos y resolver sus propios asuntos. Defendí la autonomía universitaria y más recursos para las universidades públicas; el aumento de la cantidad y la calidad en la educación y la salud; la creación de empleo y los derechos de los trabajadores, que no les quitaran sus conquistas laborales. Me opuse al TLC con Estados Unidos y a la reelección de Uribe. Como abogado independiente recuperé, junto con 3 compatriotas más, la personería jurídica de la Unión Patriótica y antes había logrado que se anulara la nota diplomática, por medio de la cual la oligarquía colombiana le regaló a Venezuela los Monjes, lugar donde se concentran las mayores reservas de petróleo del mundo. Estos son sólo algunos de los derechos que he defendido. Como dijera José Martí: hacer es la mejor manera de decir que hice; desde la Corte Constitucional, o como abogado independiente, por los derechos de mis hermanas y hermanos colombianos.

Cuando me preguntan qué he hecho yo por la defensa de los derechos del Pueblo Colombiano., yo les respondo, que he dedicado toda mi vida a la defensa de sus derechos y especialmente durante los 8 años, que estuve como Magistrado en la Corte Constitucional, de cara a los problemas del país que pasaron todos por el tribunal constitucional: defendí los derechos de todos los colombianos en todos los lugares del país sin ambigüedad; me opuse al mal llamado estatuto antiterrorista de Uribe, cuyos resultados se están descubriendo en casos como la escombrera de Medellín, donde todavía quieren impedir que los familiares de las victimas expresen su dolor, quitándoles sus grafitis-estatuto violador de derechos humanos, que fue defendido por candidatos que hoy aspiran a la presidencia y hablan de libertad; la ley equivocadamente denominada de justicia y paz no se definió en la alcaldía de Medellín o de Bogotá; los derechos de los diversos sexuales, el UPAC-UVR o el aborto no se definieron ni por el congreso ni por el gobierno, que se opuso al derecho de las mujeres violadas a interrumpir el embarazo, ni mucho menos por los alcaldes de Medellín o Bogotá, sino en la corte constitucional. En todos estos temas mis posiciones fueron claras y en defensa de los derechos, por eso soy un candidato confiable que habla claro.

Mi posición sobre la reelección Presidencial, es una posición de principios. Como quedó consignada en mi salvamento de voto contra la sentencia de la Corte Constitucional que la permitió. Otra reelección, en cuerpo propio o ajeno, no soluciona el problema, sino que lo agrava. Cuando hablo contra toda reelección, incluida la mía, los colombianos me creen porque saben que ya me opuse a la concentración del poder y a la vulneración de sus derechos, a diferencia de otros candidatos presidenciales que la quieren o la patrocinan en cuerpo ajeno, para perpetuarse en el poder.

 

Por estas y otras muchas razones que es imposible enumerar en tan poco tiempo, es que Jaime Araujo Rentería será un Presidente, independiente, confiable que habla claro y que lo dice de la mejor manera: haciendo; ya que la mejor manera de decir, es hacer y Jaime Araujo Rentería ya hizo y seguirá haciendo por los derechos de los colombianos. Porque queremos ciudadanos con derechos y no mendigos del presidente de turno. Nosotros queremos construir un mundo sobre principios y valores, donde exista confianza entre hombres y mujeres, fe y lealtad entre ellos, amistad y esperanza; donde no exista la indiferencia sino la solidaridad.

 

PC, Háblele a los colombianos sobre lo que usted piensa hacer contra la corrupción. ¿Cuál es su estrategia?

JAR: Lo primero es que la mejor estrategia es el buen ejemplo de las altas esferas del gobierno nacional incluyendo el ejemplo del primer mandatario y el de su familia. Reconozco, además, que en materia de decisiones anti corrupción la cuestión no es de decretos y de procedimientos, es muy importante el capital humano vinculado al gobierno por méritos y probadas capacidades, jamás por simples recomendaciones políticas. A la gente que pregunta yo le respondo que el tema de la corrupción va más allá de un tema de buenos y malos, que pasa por el tema del modelo económico, neoliberal, que defienden por igual unos y otros. Para nosotros, el anacrónico modelo del funcionamiento centralizado del Estado incide y determina la generación de prácticas corruptas en el centro del país y particularmente en la periferia alejada.

La sociedad civil sabe que la lucha contra la corrupción pasa fundamentalmente por la lucha para darle derechos humanos a todos los colombianos; la corrupción es grave, porque trastoca todos los valores de una sociedad y de los individuos que la integran; porque envilece el alma de las personas, pero lo es más, porque priva a las personas de una serie de derechos humanos: los corruptos le quitan la salud al pueblo; la educación a los jóvenes; el empleo a los trabajadores; las oportunidades de progreso a las mujeres y de vivienda a quien no la tiene; etcétera. La corrupción es una de las mayores fuentes de violación de derechos humanos, y la falta de derechos humanos, es un caldo de cultivo para la corrupción: cuando todas las personas no tienen asegurada la educación, como un derecho humano, aparece el político corrupto, que controla los cupos en los colegios o las becas en las universidades y obliga a los padres de familia a que voten por él, a cambio de darles la beca o el cupo en el colegio para sus hijos. Cuando no está garantizado el derecho al trabajo, o no se respeta el concurso de méritos, se le da al corrupto que maneja puestos o contratos, la oportunidad de obtener votos a cambio de los puestos o contratos. Cuando sólo una minoría tiene garantizado el derecho a la salud, se vuelve importante el político corrupto que maneja la salud y que puede obtener votos a cambio de darle un poco de salud al pueblo.

Por esta razón, si de verdad queremos combatir la corrupción, debemos darle a todos los colombianos todos sus derechos humanos para, de esta manera, hacer desaparecer los intermediarios corruptos que juegan un papel fundamental, cuando hay escasez de derechos humanos, traficando con las necesidades del pueblo y perpetuando el círculo de la corrupción.

La lucha contra la corrupción pasa por el otorgamiento de los derechos humanos a todos los colombianos: a menos derechos más corrupción. Son causas de la corrupción la pobreza, la falta de salarios decentes. Sirve para combatirla, hacer realidad el derecho a la educación universal, educar en ética y en valores; repudiar el maquiavelismo de que el fin justifica los medios y de que todo se vale; por el contrario enseñar con Kant que en toda esfera de la actividad del hombre, incluida la esfera política, la mejor política es la corrección; que la fuente de la riqueza de los hombres y de las sociedades debe ser su trabajo, es necesario la transformación del régimen económico y político capitalista, que ha hecho del dinero un Dios. Entonces, debemos concluir en que lo más correcto y necesario es darles los derechos y asegurar el acceso a los mismos, a todos los colombianos, ya que la falta de esos derechos es la que permite a los corruptos traficar con las necesidades del pueblo; de ahí que sean necesarias instituciones como la revocatoria del mandato de todos los elegidos, comenzando por el Presidente de la República y los congresistas.

PC; ¿LA SEGURIDAD?

Los Miembros de la sociedad civil me preguntan qué hacer por la seguridad en todas sus manifestaciones, comenzando por la personal, que hoy se encuentra amenazada en los diferentes rincones de Colombia, donde los delincuentes y las mafias se han apoderado del territorio para quitarles las libertades-de tránsito, locomoción, opinión, personal, etc.- y los derechos a todos los colombianos. siempre les contesto, que es necesaria, la seguridad popular integral, contra todos los actores armados, que no es lo mismo que la mal llamada Seguridad Democrática que hoy quieren revivir los huérfanos del poder, al reducirla a una seguridad sólo frente a uno de los actores, la delincuencia política armada, dejando al resto de los colombianos sin seguridad frente a los paramilitares o delincuencia organizada o común, que hoy, desafortunadamente, azota nuestras ciudades, nuestros barrios o nuestras calles. Dicha seguridad democrática trasladó la violencia del campo a la ciudad y, paradójicamente, democratizó la inseguridad, pues no hubo lugar de la patria, incluida la esquina de nuestra casa, donde no pudieran llegar a asesinarnos o secuestrarnos. Para el ciudadano es indiferente quién lo secuestre o asesine, sea de la delincuencia política, de los paramilitares o de la delincuencia común; pues lo que los colombianos queremos es ser libres de todos los actores armados. Nos duelen los asesinados o secuestrados por la delincuencia, o lo que es más grave las víctimas del genocidio de los falsos positivos; cuando la misión del Estado en un régimen de derecho es protegerlo de todos los violentos y dar ejemplo no violando la vida, la libertad o la integridad de sus ciudadanos. Tampoco se logra la seguridad nombrando gestores de paz a los emblemáticos violadores masivos de derechos humanos y mucho menos si no se han arrepentido, demostrándolo con actos de verdad y reparación eficaz.

Además de esa seguridad los colombianos necesitamos saber que, si mi madre o mi hija se enferman, existe un médico y un hospital donde atenderla; necesitamos la seguridad en la salud, de la cual la mayoría de los colombianos carece. Creemos, además, que nuestros compatriotas, especialmente analfabetas, necesitan tener el derecho a la certeza y seguridad de que sus hijos serán mejores que ellos, pues deberían existir suficientes escuelas para que se eduquen; queremos la seguridad en la educación. Nuestros obreros y trabajadores sienten temor y terror cuando el patrono les dice que ya no tienen más empleo porque la empresa ya no puede exportar a Venezuela o Ecuador, porque estamos en guerra con nuestros hermanos latinoamericanos; necesitamos la seguridad en el trabajo.

Por estas razones estamos proponiendo otro concepto de seguridad: La seguridad popular integral que además de la seguridad contra todos los actores armados nos dé seguridad en nuestros derechos humanos.

PC: ¿CUÁLES FUERON LAS PRINCIPALES RAZONES PARA CONSIDERAR DE NUEVO LA POSIBILIDAD DE SER PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA?

Con seguridad, porque lo he escuchado en diferentes círculos de la sociedad, desde los más encumbrados de la academia y de la ciencia política, hasta de la boca de los más apartados de la periferia colombiana, una razón importante ha sido que se me reconoce, modestia aparte, el profundo conocimiento que tengo del Estado, y es justo que así sea porque llevo más cuarenta años estudiándolo y enseñándolo como profesor de teoría del Estado, de Derecho Constitucional. He escrito una decena de libros sobre estos temas, que la gente reconoce, y así lo manifiesta, pues mi vasta experiencia en el manejo de los asuntos del país es evidente, porque, además de estudiar y enseñar los derechos humanos, los he defendido durante toda mi vida, incluidos los ocho exitosos años que estuve como magistrado y como presidente de la Corte Constitucional, defendiendo derechos humanos de miles de colombianos que han sido discriminados. La gente que se ha reunido permanentemente conmigo ha comprendido que he ayudado a solucionar los problemas más difíciles del país y que, por ser difíciles, precisamente, los demás los eludían, hay ejemplos de esa experiencia. Muchos problemas que no encontraron solución en las instituciones encargadas de resolverlas y no fueron resueltos, ni por Presidente de la República, ni por los ministros, ni por los congresistas, ni mucho menos por los alcaldes de Bogotá o Medellín, que hoy aspiran a la presidencia, nos tocó enfrentarlos y encontrarles solución en nuestro complejo escenario de Magistrado. Temas difíciles, como el de las mujeres, respecto a su libertad para decidir qué hacer cuando sufrían la frecuente tragedia de la violación, escuchando su conciencia, o el de quienes tienen preferencias sexuales distintas a la mía, para que pudiesen darles a sus parejas, los mismos derechos que yo le doy a mi esposa, de salud, de alimentos, de sustitución pensional; o el de si a la clase media o a los más pobres les seguían quitando más de un millón de viviendas, o el de si las víctimas de la violencia tenían derecho a la verdad a la justicia y a la reparación. Todos esos asuntos fueron resueltos por el tribunal constitucional, con el voto y el apoyo decidido nuestro, lo que me da una gran experiencia en el manejo de asuntos delicados, al mismo tiempo satisfacción y tranquilidad electoral. Porque soy coherente entre lo que creo, digo y hago. Otros dicen que defienden el derecho a la vida y luego como ministro de defensa u otro cargo de poder, nada hacen para impedir que asesinen a jóvenes inocentes como ocurrió con los de Soacha. Algunos dicen que la vida es sagrada y al mismo tiempo defienden la guerra interior y la guerra con nuestros hermanos latinoamericanos, como si no supieran que la guerra es la principal enemiga de la vida. Puedo decir que yo le di derechos a las víctimas de la violencia y no me alié con los victimarios como hicieron varios funcionarios que gobiernan o gobernaban de la mano de los victimarios. Por esa razón puedo decir que soy el único candidato confiable que está defendiendo los derechos de la gente, porque ya lo hice en el pasado y por eso me creen incluido el derecho a la paz interior y con nuestros hermanos latinoamericanos.

PC: ¿POR QUÉ RECLAMA USTED SU ESTATUS DE CANDIDATO INDEPENDIENTE?

Porque es verdad, claramente es verdad, soy el único independiente de los partidos políticos tradicionales y de grupos económicos y por lo mismo NO tengo que pedirle permiso a nadie para presentar mi candidatura a la Presidencia de la República. Fíjese cómo los demás candidatos no se atreven a desafiar a sus dueños políticos y no serán candidatos sin su permiso. Todos los candidatos de la derecha, NO serán candidatos si no obtienen sus permisos y lo mismo sucede con los del Pacto Histórico o sus semejantes coaligados y mezclados entre ellos; todos ellos serán candidatos si los autorizan los encargados de despachar los avales.  La gran mayoría son candidatos sin autonomía política, o lo hacen para terminar en una lista cerrada y anti democrática para el Senado. Nuestra disposición es llegar hasta el final, sin pedirle permiso a ningún poderoso, ni política ni económicamente, sólo le pedimos permiso al pueblo colombiano.  Nuestro aval será el del pueblo colombiano, el de la sociedad civil indignada por falta de derechos.

Porque soy un candidato que, como dijera Adela Cortina, NO tiene la ética del camaleón, que a todo se acomoda y que pasa sin ruborizarse de ser ministros en el gobierno de la paz a ser ministros en el gobierno de la guerra, o viceversa, o que ayudaron a crear el engendro uribista, o desconocieron los derechos de las víctimas de la violencia de la sociedad civil a la reparación, la verdad o la justicia o la garantía de no repetición o usurparon la soberanía y el poder constituyente del pueblo y ahora nos quieren hacer creer que no tienen ninguna responsabilidad en los sufrimientos del pueblo y en su falta de derechos.

La clase política de todos los matices, en concubinato con los grupos económicos responsables de la crisis, quieren darnos más de lo mismo y hacernos creer a punta de sus medios de comunicación y de sus encuestas que todo está decidido; que el pueblo está condenado a tener los mismos verdugos de sus derechos, durante toda su vida. Pero esto no es cierto, ya que hemos venido, como futuro presidente a asumir nuestra responsabilidad histórica desde ahora, y decirles a los indignados de Colombia lo que nos enseñaron las madres de Soacha que, además de llorar su permanente dolor, votarán contra los responsables de la muerte de sus hijos y a favor de quien les dio derechos a las víctimas, ellas podrán conocer la verdad, la reparación y la justicia y saben que su voto vale tanto como el del ministro que nada hizo por impedir la muerte de sus hijos. Saben que el voto del que no tiene el derecho a la salud, o a la educación o al trabajo, vale tanto como el del ministro o el presidente que les quito la salud, el empleo o los dejó analfabetos. El pueblo no acepta más discriminaciones, ni religiosas, ni políticas, ni sexuales, ni de raza, ni económicas, ni de clases sociales, ni de los grupos económicos, ni de los medios de comunicación, porque como dijera Gaitán, el pueblo es superior a sus dirigentes y llegó la hora de decirles Basta Ya de los mismos y de lo mismo y de elegir bien.

PC: LA PREGUNTA DEL MILLÓN ES ¿COMO LO HARÁN?

Como lo hemos venido haciendo hace cerca de dos años, recorriendo todo el país, yendo a todos los rincones de Colombia, escuchando y hablando con el pueblo, conociendo sus problemas y sus posibles soluciones, pues sabemos que nadie está más cerca de la solución de un problema que quien lo vive. Ya hemos recorrido casi toda la región Caribe y muchos lugares de Colombia, como miembros de un anhelo de los colombianos llamado Causa Colombia y de su manifestación en la costa atlántica llamada Causa Caribe. Ya hemos debatido y tenemos un programa y unas propuestas para debatir, enriquecer o agregar temas, comenzando por la Asamblea Popular Constituyente, por un PACTO SOCIAL PARA EL PROGRESO SOCIAL, donde se tomen en serio a los actores sociales y económicos para luchar contra la pobreza, el desempleo y el alto costo de la vida, que proteja los derechos a los Colombianos desde la cuna hasta la tumba; el Estado federal, la salud y la educación para todos- que fomente la ciencia, la cultura, el arte, el deporte y la tecnología. Paz entre los seres humanos y PAZ CON LA NATURALEZA. Defenderemos el derecho a un medio ambiente sano y sostenible y por lo mismo propugnamos por energías renovables, conservar el agua y el aire puros, impedir el cambio climático y vivir en armonía con la madre tierra. Por el derecho de todos a una vivienda digna. Democratización del acceso a la vivienda. Igualdad para las mujeres y protección a niños, discapacitados, población vulnerable y personas de la tercera edad. Las reformas políticas, del Congreso, de la justicia; las reformas agrarias, urbana y financiera, democráticas.

Buscamos la unidad del pueblo colombiano por la base y hablaremos con todos los demócratas de todas las vertientes. Vamos a luchar por la unidad de todas las personas demócratas, sin distinción de partidos políticos u organizaciones sociales, sin diferencia de sexo, raza, religión, edad, etc.

Apoyamos la diversidad étnica, racial, cultural, sexual, familiar, de opinión, religiosa y filosófica. Para nosotros será una prioridad la atención y defensa de los Servicios públicos para todos y a bajo costo para los más pobres. Defendemos el Derecho a la Vida Digna. No al genocidio, Sí a la eliminación del paramilitarismo y de todas las formas de terrorismo de estado o no estado, incluida la doctrina Militar de la Seguridad. Apoyamos el derecho de los jóvenes a auto representarse, no sólo en la organización de las listas y conformación o composición del Congreso, sino también en las Asambleas Departamentales, Concejos Municipales, Juntas Administradoras Locales, donde deben tener como mínimo 3 representantes por derecho propio y, en todo caso, de no menos del 10% del total de la representación política en esos órganos. Los apoyamos en su primer empleo o como jóvenes emprendedores.

En pocas palabras proponemos para los colombianos la Paz con Justicia Social y Ampliación de la Democracia Política y la Democracia Económica.