miércoles, 13 de agosto de 2025

Ligereza del Gobernador


Por Armando Pérez Araújo

He escuchado al gobernador Jairo Aguilar expresarse de tal forma desmedida contra el presidente legítimo de los venezolanos Nicolás Maduro Moros y gran parte de sociedad del hermano país, que no nos deja otro camino que desautorizarlo y proponer que más ciudadanos lo desautoricen. Lo grave no es que incurra en elementales errores de un principiante de la ciencia política como afirmar que el Departamento de Estado de los Estados Unidos es un organismo internacional, tal vez, pretendiendo anticipadamente legitimar la obtusa obediencia a un gobierno arbitrario extranjero. Lo grave es que se apoye en tremenda estupidez del gobernante gringo y sus secuaces para intentar legitimar otras estupideces como las entronizadas hace pocos años por el tristemente célebre presidente Duque con su también estúpida maniobra denominada cerco diplomático, que terminó en un casi inevitable cerco militar, con la que pretendía alcahuetear los apetitos terrófagos expansivos del mismo gobernante atrabiliario gringo de hoy, el señor Trump.

El doctor Aguilar, perfectamente podría estar en desacuerdo con las iniciativas del presidente Petro y Maduro, pero debe recordar que él es el gobernador del departamento de La Guajira y que sus competencias no le permiten ni aconsejan abrirle un nuevo hueco a la diplomacia de los dos países hermanos. Su deber constitucional  y de hombre de frontera es la mesura y entender, con la grandeza que debe tener un servidor público con talante patriótico responsable, que no le queda bien enfrentarse groseramente a las exclusivas atribuciones del presidente colombiano de dirigir la política internacional, mucho menos si los cuatro dedos de frente de cualquier analista de la política norteamericana indican que lo que se traen entre manos Donald Trump ,Marco Rubio y demás cómplices, no es nada diferente que inducir una guerra entre nosotros, Colombia y Venezuela, para ellos atrapar las grandes posibilidades de nuestros recursos.

Usted, señor gobernador, quiero creer que sin proponérselo y sin premeditación alguna, está exponiendo la seguridad de la guajira indígena, algo peor que lo que hizo el presidente Duque en el pasado, la vida de muchas personas, cuando azuza a los gringos para que lleguen a apagar un incendio y quedarse, incendio que no existe en la frontera hermana, diferente al que los presidentes de ambos países hermanos han identificado como una causa común y bolivariana, que es acabar unidos con el poder multinacional del narcotráfico.

Señor gobernador Aguilar, échele por favor un repaso al Preámbulo de la Constitución colombiana y le recomiendo que se concentre en el acápite donde dice que una de nuestras obligaciones, diríamos la más importante suya en esta circunstancia, es “fortalecer la unidad de la Nación y asegurar a sus integrantes la vida, la convivencia, el trabajo, la justicia, la igualdad, el conocimiento, la libertad y la paz, dentro de un marco jurídico, democrático y participativo que garantice un orden político, económico y social justo, y comprometido a impulsar la integración de la comunidad latinoamericana..”