Pensamiento Caribe
domingo, 21 de septiembre de 2025
El Buró de Coordinación del Movimiento de Países No Alineados, que integra 120 naciones soberanas del mundo, ha emitido el siguiente comunicado donde se respalda la posición de los países miembros de la CELAC en contra del despliegue de activos militares ajenos a la región en la zona del Caribe. Además solicita la preservación de la Zona de Paz, así como el respeto al Tratado de Tlatelolco de 1967 que nos define como zona desnuclearizada.
viernes, 12 de septiembre de 2025
MARCO RUBIO
Por: Armando Pérez Araújo
No es posible que nos crucemos de brazos ante el
asqueroso espectáculo del gringocubano Marco Rubio, cuando diariamente amenaza
y ataca con desparpajo y sin pudor político a nuestros hermanos vecinos y a
nosotros los desprotegidos colombianos habitantes de frontera. Lo grave no es que simplemente hable mierda,
y trapee el piso con un jefe de estado, de más jerarquía que él, como ocurre
con el presidente Maduro, que es lo que habitualmente hace usando los medios de
comunicación del imperio, sino que el bellaco ordene disparar misiles contra
gente inocente latinoamericana para comprobar su poderío de hombre de estado y
su vocación de matón eficiente. Es muy posible que cada vez que lanza sus gargajos
contra la estabilidad democrática de sus medios hermanos latinoamericanos, lo
haga para satisfacer la vanidad imperialista y terrófaga del bárbaro Trump, lo
cual sería una primera hipótesis, la otra, la más creíble aún, es que el
susodicho personajillo se desempeñe como un obediente actor de reparto de
quienes desesperados buscan las millonarias reservas petroleras de los
venezolanos, para repartírselas. En todo caso, lo que más indigna es la
tolerancia y estulticia de la dirigencia regional, me refiero a la del costado
colombiano, a nuestros dirigentes y gobernantes locales, algunos patrocinando con
su silencio cómplice la descomunal maldad del grosero exponente de la peor codicia
imperialista, otros alineándose a favor de la estupidez del genocida de marras
y sus adláteres. Toca advertir que el presidente Petro sí ha sacado la cara por
Colombia, a la altura de sus responsabilidades y de la difícil circunstancia
internacional, él ha estado erguido y valiente en la defensa de la soberanía
latinoamericana.
viernes, 5 de septiembre de 2025
HIPOCRESÍA, SINCERIDAD Y DESHONESTIDAD
Por Armando Pérez Araújo
Una cosa es la simple y llana
doble moral, otra la elemental simulación y otra, la peor, que es muy parecida pero
diferente, que es la insinceridad intelectual o impostura como postura política
o como bandera electoral. Para ilustrar mejor el tema, me permitiré traer a
cuento algunos episodios de diferentes tipologías, pertenecientes a casos de mi
propia cosecha: Recuerdo que una vez, cuando me atreví a lanzarme a la Asamblea
Departamental de La Guajira fui víctima de una de las tantas patologías de la
siquiatría política que fue la de la sistemática y criolla engañifa,
cuando recibí la falsa adhesión de un mentiroso personaje que decía ser el corregidor
de Matitas y un juicioso seguidor mío en cada una de mis defensas en los
diferentes casos en donde yo había sido protagonista. Resultó ser un avezado
timador que, gracias a la denuncia de un buen hombre riohachero, fue
descubierto, incluso, privado de la libertad por las autoridades. En otra
oportunidad fui alcanzado por otro virus de la rancia politiquería peninsular,
cuando en una especie de entrampamiento inteligente se me propuso ser el
candidato a la gobernación de La Guajira de todas las fuerzas alternativas con
asiento departamental. El audaz y convincente colectivo de la más aceptable alcurnia social, aparentemente sólido y
lleno de gente supuestamente curtida y comprometida, empezó a desmoronarse
apenas sus integrantes fueron sonsacados con las migajas del poder económico
que no tardaron en aparecer, aunque expertos, que conocieron la génesis de esta
emblemática artimaña, aún defienden la tesis de que, en el caso de marras, lo que
ocurrió no fue que mis contendores sonsacaron al colectivo politiquero para
desarmar el anillo más importante de la estructura de mi campaña, al contrario, que fue la poderosa y adinerada candidatura adquirente, la que muy pronto recibió el
mensaje de la puesta en venta del paquete electoral, lleno de un grueso y
atractivo componente de dirigentes de la izquierda riohachera. Tan ramplona y burda la susodicha maniobra que, unos meses después de haberse elegido el nuevo gobernador, sin que el suscrito hubiese puesto una sola coma, la sección quinta del Consejo de Estado le anuló la elección al mayorista y acaparador candidato, por una maniobra comprobada denominada doble militancia. En todo
caso, debo decir que tengo en mi repertorio un buen acumulado de casos en donde la carencia de
sinceridad y honestidad política de ciertos dirigentes locales estragan la
confianza necesaria para actuar en democracia en estas lejanas tierras de
nuestra enclenque convivencia política. Adicionalmente, y por todo lo anterior,
condenamos la asquerosa compra de votos, las engañifas, lo mismo que la compra de electores
poderosos, como ocurrió recientemente con aquél tristemente célebre senador
conservador que adquirió un lote de más de diez concejales de Uribia,
acaparando una buena tajada del componente electoral, incluso, del espectro
participativo de la etnia wayuu, de este departamento caracterizadamente
indígena.
Sin embargo, lo que nos luce como de
la peor deslealtad o deshonestidad política con La Guajira no es eso, es la que proviene de la
izquierda de otros lares, la avalancha de candidatos que llega consuetudinariamente de las populosas ciudades del país, o de poderosas organizaciones sociales, a pescar votos al detal, pero que
sumados son cientos de miles, que impiden nuestras posibilidades matemáticas de
acceder al Senado de la República. Dicho de otra forma: nos hace menos daño político y moral, las incursiones de las cuadrillas de invasores electorales, como Carlos Trujillo, ataviados con las alforjas repletas de Olmedo y Eneyder, cuando trastean 10 o 15 mil votos de un solo trancazo, que cuando llegan cientos de compañeros progresistas o izquierdistas a llevarse, sin necesidad, cada uno, dos o tres mil votos de gente presuntamente democrática. Digo sin necesidad, porque la gran mayoría ya vienen elegidos de sus regiones de origen. Que me perdonen esos compañeros, pero esa jugadita no es nada diferente a una elemental ruindad política contra la región más jodida del país. Seré Senador por Causa Colombia y Unitarios, a pesar de esos riesgos.
miércoles, 13 de agosto de 2025
Ligereza del Gobernador
Por Armando Pérez Araújo
He escuchado al gobernador Jairo Aguilar expresarse de
tal forma desmedida contra el presidente legítimo de los venezolanos Nicolás
Maduro Moros y gran parte de sociedad del hermano país, que no nos deja otro
camino que desautorizarlo y proponer que más ciudadanos lo desautoricen. Lo grave
no es que incurra en elementales errores de un principiante de la ciencia política
como afirmar que el Departamento de Estado de los Estados Unidos es un
organismo internacional, tal vez, pretendiendo anticipadamente legitimar la obtusa obediencia a un gobierno arbitrario extranjero. Lo grave es que se apoye
en tremenda estupidez del gobernante gringo y sus secuaces para intentar
legitimar otras estupideces como las entronizadas hace pocos años por el tristemente
célebre presidente Duque con su también estúpida maniobra denominada cerco
diplomático, que terminó en un casi inevitable cerco militar, con la
que pretendía alcahuetear los apetitos terrófagos expansivos del mismo
gobernante atrabiliario gringo de hoy, el señor Trump.
El doctor Aguilar, perfectamente podría estar en
desacuerdo con las iniciativas del presidente Petro y Maduro, pero debe
recordar que él es el gobernador del departamento de La Guajira y que sus
competencias no le permiten ni aconsejan abrirle un nuevo hueco a la diplomacia
de los dos países hermanos. Su deber constitucional y de hombre de frontera es la mesura y
entender, con la grandeza que debe tener un servidor público con talante
patriótico responsable, que no le queda bien enfrentarse groseramente a las
exclusivas atribuciones del presidente colombiano de dirigir la política
internacional, mucho menos si los cuatro dedos de frente de cualquier analista
de la política norteamericana indican que lo que se traen entre manos Donald
Trump ,Marco Rubio y demás cómplices, no es nada diferente que inducir una guerra entre
nosotros, Colombia y Venezuela, para ellos atrapar las grandes posibilidades de
nuestros recursos.
Usted, señor gobernador, quiero creer que sin proponérselo
y sin premeditación alguna, está exponiendo la seguridad de la guajira
indígena, algo peor que lo que hizo el presidente Duque en el pasado, la vida
de muchas personas, cuando azuza a los gringos para que lleguen a apagar un
incendio y quedarse, incendio que no existe en la frontera hermana, diferente al
que los presidentes de ambos países hermanos han identificado como una causa
común y bolivariana, que es acabar unidos con el poder multinacional del
narcotráfico.
Señor gobernador Aguilar, échele por favor un repaso al
Preámbulo de la Constitución colombiana y le recomiendo que se concentre en el
acápite donde dice que una de nuestras obligaciones, diríamos la más importante
suya en esta circunstancia, es “fortalecer la unidad de la Nación y asegurar
a sus integrantes la vida, la convivencia, el trabajo, la justicia, la
igualdad, el conocimiento, la libertad y la paz, dentro de un marco jurídico,
democrático y participativo que garantice un orden político, económico y social
justo, y comprometido a impulsar la integración de la comunidad latinoamericana..”
sábado, 19 de julio de 2025
Probabilidades de una alianza política dentro del disenso
Por Armando Pérez Araújo
En la pura
teoría existe la probabilidad política de que el movimiento CAUSA COLOMBIA se sintonice
electoralmente con UNITARIOS, ambos
sectores de similares características que, dicho sea de paso, aglutinan, cada
uno por su lado, importantes sectores de la izquierda y del progresismo
democrático del país, algunos sin ataduras ni rimbombantes denominaciones. CAUSA COLOMBIA, liderado por el ex
magistrado Jaime Araújo Rentería, representa a un importante batallón de
líderes sociales, pertenecientes a sectores tradicionalmente excluidos de la
política colombiana, además, rodeado de gente experimentada y curtida en los
trajines de la lucha por las trasformaciones sociales y de una camada de
jóvenes soñadores que pretenden una nueva democracia con derechos para todos. Una
buena circunstancia, que constituye el denominador común de ambas expresiones
es que las dos fuerzas concuerdan en que las aspiraciones al Senado de la
República de sus principales integrantes se puedan tramitar dentro de la
composición de una lista abierta de candidatos éticamente elegibles, asunto que,
habiendo voluntad y seriedad, estamos seguros que las hay, se facilita la
configuración aritmética de una buena y oportuna alianza política con interesantes
réditos electorales.
Los UNITARIOS
deben saber que los integrantes de CAUSA COLOMBIA estamos en la lógica y
fraternal disposición democrática de juntarnos, en términos de aliados
electorales y políticos y no de simples adherentes, sobre la base de que se
configure un mecanismo democrático con las mismas garantías para todos, que nos
permita medir a JAIME ARAÚJO RENTERÍA, nuestro candidato presidencial, frente a
los presidenciables postulados por ellos. Incluso, sentimos la necesidad de
poder ingresar y participar en lo que se ha anunciado y difundido como un FRENTE AMPLIO, ojalá lo más amplio
posible, que implique el ineludible compromiso de abrazar los alcances de una
Asamblea Popular Constituyente y donde quepamos quienes deseemos conservar una
postura crítica ante el gobierno del doctor Petro. No compartimos, aunque sí respetamos,
la lista cerrada de los colegas del PACTO HISTÓRICO, entre otras razones,
porque no nos gusta que se queden por fuera, porque no caben, importantes
exponentes del proyecto oficialista, que es el sumun apretado de la fusión de
Colombia Humana, Unión Patriótica (UP), Polo Democrático Alternativo, Partido
Comunista Colombiano, Progresistas y Minga Social y Popular, tampoco que sean
excluidos por la vía del bolígrafo quienes sabemos que no tuvieron otra opción
que marcharse a otras latitudes electorales a hacer rancho aparte.
Se dice en
los corrillos de las franquezas y sinceridades de la política que, para el
resto de la humanidad UNITARIOS es
una expresión progresista y alternativa de la política colombiana, pero de
puertas para adentro, en el contexto de nuestras fuerzas democráticas y
progresistas domésticas UNITARIOS, sin quitarles méritos a sus conformantes, se
comporta como una expresión electoralmente semialternativa
rotulada con la influyente etiqueta del presidente Petro. Advertimos, que no
nos parece mala idea que prospere una iniciativa política apoyada en el capital
político del señor presidente, pero lo que no nos luce conducente y apropiado
es que se sacrifique la independencia que debería tener una opción libre y
democrática de una gran fuerza de origen popular, sin ninguna necesidad real o
aparente, como es la sana expectativa política que surge de una federación de
soñadores como tiene que ser la seria integración estratégica del Partido
Comunes, Ecologista Colombiano, Poder Popular, Todos Somos Colombia, Partido
del Trabajo de Colombia, Movimiento de Integración Regional, Esperanza
Democrática, Modep, y otros que han venido actuando como observadores y
simpatizantes activos, entre ellos Fuerza Ciudadana, Movimiento por la
Constituyente, En Marcha, etcétera. Recordemos una máxima de la cotidianidad de
la vida y que resulta aplicable en la coyuntural dinámica de la política
colombiana, que es que lo que está bien
déjalo bien, y lo que es simple déjalo simple, lección que respetuosamente recomendamos
a los responsables de la conducción de los UNITARIOS.
En otras palabras: si UNITARIOS
pretende izar y enarbolar la bandera del progresismo, que admitimos que de
diferentes maneras y estilos defiende el presidente Petro, ello no debería
significar que se sepulte la probabilidad de convocar a quienes estén o quieran
estar en las naturales, eventuales y necesarias franjas del disenso con esa
mirada oficial. Con Araújo Rentería hemos defendido la probabilidad de proteger
y estimular las transformaciones que propone y proponga Petro, sin renunciar a
la necesidad democrática de poder controvertir y desaprobar las que nos
resulten inconvenientes o negativas para la suerte de los colombianos.
lunes, 14 de julio de 2025
Los errores de la derecha, según Sebastián.
Por Armando Pérez Araújo
Recientemente los medios de comunicación y la opinión
política colombiana fueron estremecidos por una carta política muy bien jalada
de un ciudadano común y corriente, emprendedor del negocio de hacer hamburguesas,
que confiesa no ser político ni opinador controlado por empresarios políticos,
lo que ya es una gran ventaja en términos de independencia, que revela, hay que
admitirlo, que es justo que se le reconozca como buen observador y mejor
analista político, a quien se le está promocionando y publicitando por los
medios masivos como el gran descubridor del agua tibia en su reciente rol de pensador
electoral. Sin quitarle méritos a su obra diagnóstica, menos que sus
principales fuentes son los pequeños grupos de estudiantes de La Libre y los meseros de su negocio de
comida, con los que diariamente echa carreta sobre la situación política y
social del país, llama profundamente la atención que uno de sus principales
descubrimientos fue que la oposición colombiana se ha anclado en la inamovible
aseveración o predicción de que Petro se caerá antes del 26, o que, a más
tardar tal día del mismo año lo derrocarán o lo derrotarán estruendosamente,
unos juran que ello ocurrirá electoralmente en marzo, otros menos optimistas
que no pasará del mes de junio, en fin, dice que los opositores de Petro dicen
cosas, con admirable convencimiento, como si ellos conocieran la próxima
historia de Colombia y que esta fuese una especie de línea recta, además, como
si ellos, los miembros de la anclada y estulta oposición, puedan adivinar que lo
que vendrá para la suerte del país será la resucitación del anacrónico modelo
político anterior al del presidente Gustavo Petro. El primíparo y popular analizador,
que sorpresivamente fue fichado online
por el acreditado noticiero de Julio Sánchez Cristo, responde al nombre de Sebastián
Sanint, quien, sin hacer el mayor esfuerzo intelectual, ni ejercicio
estadístico alguno, infiere que tremenda estupidez de la derecha política es
sólo comparable a la ceguera de los opositores de Petro, a quienes éste
calificó de neofascistas del Congreso de la República, porque se opusieron a la
reforma laboral propuesta y defendida por el gobierno nacional. Según la
revelación del popular personaje, la oposición de hoy no tiene ningún relato, ni
siquiera cuenta con proyectos, ni mucho menos nortes, sólo tiene rabia, viudez
del poder y un poco de disciplina, en el caso de los llamados uribistas, pero
que hoy se halla íngrima, escuálida como dijera el presidente Chávez en algún
momento. Según él, el analista Sebastián, los opositores al gobierno convergen
en que Petro es simplemente una anomalía
que se corregirá en las urnas y, algo peor, los califica simplemente como
pequeños grupos y líderes que se venden al mejor postor, que practican el
vacacional y ocasional deporte de ejercer la oposición, mientras negocian contratos,
su verdadero oficio, que son personas que no convencen, porque no proponen, ya
que todo lo de ellos es mera reacción, nada les huele a propio, insiste, mientras
tanto, protestan porque Petro juega con los cargos y la chequera del gobierno,
como si eso les pareciera extraño y raro en la política colombiana, o, porque domina
el miedo y administra la esperanza, y dizque porque tiene el monopolio del
relato del cambio, porque habla del campesino, de justicia social y reconocen
que Petro tiene discurso. Al presidente lo acusan de tener aliados como
Armandito y Roy, imposibles de defender en público, pero imposibles de derrotar
en campaña, como si ellos, los hoy pulcros opositores, jamás hubiesen contado
con ambos como parte del grueso de las huestes de las que ellos han sido
sobresalientes soldados. Finalmente, al parecer, a los opositores en su ceguera
les importa un sieso su condición de excorruptos de la política.
viernes, 4 de julio de 2025
Araújo, sí es presidenciable
Cuando me dicen que Araújo sí es
presidenciable, o cuando me expresan, por ejemplo, que con Araújo sí es
posible, así en tono afirmativo y certero, que son las frases que hemos
escuchado frecuentemente de labios de colectivos colombianos de diferentes
niveles y rincones de la sociedad nacional, inmediatamente entendemos que se
están refiriendo a la coherencia, solidez y preparación académica del
precandidato, yo prefiero decir candidato, Jaime Araújo Rentería, incluso, a su
potencialidad política y arraigo popular de sus trascendentales tesis sobre el
funcionamiento constitucional del Estado, así no aparezcan las evidencias
estadísticas en algunos ejercicios de las empresas encuestadoras. Lo que
ocurre, en todo caso, en cada escenario intelectual, académico, indígena, de gremios
de trabajadores o pensionados, de comunidades afrocolombianas, de víctimas, de
empresarios, en espacios de jóvenes y mujeres, con la viabilidad presidencial
del ex magistrado de la Corte Constitucional, es un poco parecido al explícito
sentimiento seudo religioso denominado Vox
populi, vox Dei, claro, obviamente moderado y regulado, en cierta forma
guiado por la razón, como recientemente fue introducido y explicado por el
propio candidato presidencial a propósito de una tesis suya, cuando hablaba del
temor que las izquierdas y derechas, insensatas, le guardan al fantasma que ven en el poderío político
de la palabra pueblo. No hay duda,
pues, que Araújo es presidenciable. Aunque nuestra intención no pretende
descalificar a nadie, es inevitable que algunos se sientan aludidos y aludidas.
En todo
caso, el planteo nuestro, hasta aquí, quiero que nos sirva para denotar que una
de las fortalezas del ex presidente de la Corte Constitucional, a la par de sus
ejecutorias jurisprudenciales y a lo bien fundamentado de su discurso académico en los diferentes estadios de la sociedad colombiana, es que ello es totalmente distinto de lo que ocurre con los dimes y diretes del ochenta por ciento de los
precandidatos zambullidos en los albañales de la corrupción, de traiciones,
conspiraciones, grabaciones, juicios, videos, degradación del vocabulario
institucional. Araújo, está en lo que
está, en lo que siempre ha estado, por ejemplo, defendiendo el grueso asunto de
los derechos, del acceso de los derechos en temas como los de una reforma agraria,
como tiene que hacerse y está consagrada en el Acuerdo de la Habana, asuntos como
los de una profunda reforma política como los plantea en los escenarios de las
universidades públicas y privadas, en los sindicatos, en fin, Araújo Rentería, aprovecha
cualquier posibilidad para incidir positivamente a favor de una Asamblea
Nacional Constituyente de carácter popular. Recientemente, conjuntamente con un
grupo de ciudadanos, planteó la necesidad de consultarle al soberano la
viabilidad constitucional y legal de la realización una Asamblea Nacional
Constituyente con el visto bueno o beneplácito del pueblo colombiano, postura
que le granjeó un inusitado apoyo y respetabilidad de los sectores académicos,
salvo el desconcertante y lambón trino de un exministro de justicia del
gobierno anterior, en el que dijo que esa solicitud del doctor Araújo Rentería
era una especie de propuesta a un golpe de estado. Uno comprende que haya gente
del común diciendo sandeces por las redes, incluso, gente que quieren posar de
presidenciables pidiéndoles a los gringos intervención militar para sacar a
Petro, lo que uno no comprende es cómo un bárbaro que sostiene eso que sostuvo
el susodicho ex ministro, con el único prurito de atacar un mecanismo de
participación democrática, haya podido acceder a tan importante dignidad,
Ministro de Estado.