CURIOSIDADES DE LA CONSTITUYENTE
Por Armando Pérez
Araújo
En el caso de
los ex constituyentes veo con especial curiosidad que quienes fueron
constituyentes en la asamblea del 91, por ejemplo, Navarro, de la Calle, Verano
de la Rosa, etcétera, parece que no soportan que exista la posibilidad de que
este gobierno convoque una nueva Asamblea Nacional Constituyente. Sin duda, se
trata del síndrome de Salomón, cuya principal característica es la envidia,
sentimiento que afecta fundamentalmente a personas con problemas de seguridad y
de amor propio. Se dice que sus miedos a perder su jerarquía o a que, otra
persona, se destaque en lo que creen que son irreemplazables. Están
fundamentados en la propia percepción de sí mismos, normalmente marcada por un
gran sentimiento de inferioridad. Esta inmodestia tiene el agravante de que
estos personajes por una u otra razón han perdido el norte de la constitucionalidad
social del país y siguen creyendo que la que fue llamada la carta de los
derechos está perfectamente implementada y pervive sin tropiezos.
El caso de
Vargas Lleras no es el menos curioso. El ex vicepresidente, que creíamos estaba
en uso de buen retiro, casi que más allá del bien y el mal, en materia
electoral, saltó contra todo pronóstico a la palestra política, no haciéndolo
de cualquier manera, sino abrazando estrepitosamente la causa de la
Constituyente, según él para frenar y derrotar frenéticamente las reformas del
presidente Petro. Su otrora demoledora
facilidad de expresión, incluso, su tremenda oratoria, quedaron deslucidas en
entrevistas que ofreció a tutiplén, seguramente por falta de entrenamiento y
por los estragos del inclemente paso del tiempo. Lo curioso es que él, Vargas
Lleras, que es tan curtido en la ingeniería electoral dominante, esté
convencido de que en la gran carrera para integrar la Asamblea Nacional
Constituyente jugarán determinantemente los numeritos de las tradicionales
encuestas habituales. No señor. Las cuentas son más elementales que eso. Las
matemáticas de una moderna campaña por los nuevos derechos, y por los derechos
incompletos de la sociedad colombiana, incluyendo a los excluidos de siempre, incluso,
a los excluidos de las encuestas de siempre, más unos nuevos temas sociales que
los viejos exponentes de la caduca política ya no pueden manejar. Puede estar
seguro el doctor Vargas Lleras que a esa gran asamblea plural democrática también
acudirá gente con banderas progresistas, hacedores de paz, hombres y mujeres
libres de las diferentes regiones del país, gente sin partido, indígenas y
afros, jóvenes y mujeres, nuevos millones de personas que jamás han sido
encuestadas. El sólo hecho de que el doctor Vargas Lleras anuncie que sería
candidato a integrar la Asamblea Nacional Constituyente convocada por Petro, sólo
para frenar o derrotar a Petro, es decir, para hacer lo mismo que está haciendo
la mayoría del Congreso, además de curioso, resulta de un inmenso interés
electoral para esas grandes mayorías de la profunda Colombia que votará
masivamente en contra de esas posturas insensatas, pero con la esperanza de la
transformación del país.
A mí, personalmente, me asalta la curiosidad política,
de poder ver en el tinglado de la eventual carrera electoral por la integración
de una Asamblea Nacional Popular Constituyente, en donde estén personalidades
de la política y el derecho como el doctor Jaime Araújo Rentería, nuestro candidato
de la Causa Colombia, ventilando
propuestas como la de una moderna reforma política, o el diseño de una nueva democracia
federal, con un concepto adelantado sobre las autonomías, por ejemplo,
enfrentado a los cascarrabias del viejo país de siempre.
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