miércoles, 20 de marzo de 2024

 

CURIOSIDADES DE LA CONSTITUYENTE

Por Armando Pérez Araújo

En el caso de los ex constituyentes veo con especial curiosidad que quienes fueron constituyentes en la asamblea del 91, por ejemplo, Navarro, de la Calle, Verano de la Rosa, etcétera, parece que no soportan que exista la posibilidad de que este gobierno convoque una nueva Asamblea Nacional Constituyente. Sin duda, se trata del síndrome de Salomón, cuya principal característica es la envidia, sentimiento que afecta fundamentalmente a personas con problemas de seguridad y de amor propio. Se dice que sus miedos a perder su jerarquía o a que, otra persona, se destaque en lo que creen que son irreemplazables. Están fundamentados en la propia percepción de sí mismos, normalmente marcada por un gran sentimiento de inferioridad. Esta inmodestia tiene el agravante de que estos personajes por una u otra razón han perdido el norte de la constitucionalidad social del país y siguen creyendo que la que fue llamada la carta de los derechos está perfectamente implementada y pervive sin tropiezos.

El caso de Vargas Lleras no es el menos curioso. El ex vicepresidente, que creíamos estaba en uso de buen retiro, casi que más allá del bien y el mal, en materia electoral, saltó contra todo pronóstico a la palestra política, no haciéndolo de cualquier manera, sino abrazando estrepitosamente la causa de la Constituyente, según él para frenar y derrotar frenéticamente las reformas del presidente Petro.  Su otrora demoledora facilidad de expresión, incluso, su tremenda oratoria, quedaron deslucidas en entrevistas que ofreció a tutiplén, seguramente por falta de entrenamiento y por los estragos del inclemente paso del tiempo. Lo curioso es que él, Vargas Lleras, que es tan curtido en la ingeniería electoral dominante, esté convencido de que en la gran carrera para integrar la Asamblea Nacional Constituyente jugarán determinantemente los numeritos de las tradicionales encuestas habituales. No señor. Las cuentas son más elementales que eso. Las matemáticas de una moderna campaña por los nuevos derechos, y por los derechos incompletos de la sociedad colombiana, incluyendo a los excluidos de siempre, incluso, a los excluidos de las encuestas de siempre, más unos nuevos temas sociales que los viejos exponentes de la caduca política ya no pueden manejar. Puede estar seguro el doctor Vargas Lleras que a esa gran asamblea plural democrática también acudirá gente con banderas progresistas, hacedores de paz, hombres y mujeres libres de las diferentes regiones del país, gente sin partido, indígenas y afros, jóvenes y mujeres, nuevos millones de personas que jamás han sido encuestadas. El sólo hecho de que el doctor Vargas Lleras anuncie que sería candidato a integrar la Asamblea Nacional Constituyente convocada por Petro, sólo para frenar o derrotar a Petro, es decir, para hacer lo mismo que está haciendo la mayoría del Congreso, además de curioso, resulta de un inmenso interés electoral para esas grandes mayorías de la profunda Colombia que votará masivamente en contra de esas posturas insensatas, pero con la esperanza de la transformación del país.

A mí, personalmente, me asalta la curiosidad política, de poder ver en el tinglado de la eventual carrera electoral por la integración de una Asamblea Nacional Popular Constituyente, en donde estén personalidades de la política y el derecho como el doctor Jaime Araújo Rentería, nuestro candidato de la Causa Colombia, ventilando propuestas como la de una moderna reforma política, o el diseño de una nueva democracia federal, con un concepto adelantado sobre las autonomías, por ejemplo, enfrentado a los cascarrabias del viejo país de siempre.

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