Por: Jaime Araújo Rentería
Más allá de si vale la pena discutir o celebrar, de si el Plan de Manejo Ambiental anunciado en su momento por la ministra de Ambiente, Susana Muhamad, para recuperar la Ciénaga Grande de Santa Marta, estaría financiado por una inversión de ocho o nueve millones de dólares, gestionada por éste o por el anterior gobierno, lo que interesa realmente a los colombianos es que se logren las metas de un bien diseñado plan de manejo ambiental y que se abandone la tendencia de inútiles rifirrafes entre encumbradas funcionarias y exfuncionarias del importante Ministerio. Destaquemos que lo que está en juego es la suerte de un ecosistema estratégico para el país y el mundo, declarado humedal de importancia internacional Ramsar en 1998 y Reserva de Biósfera por la Unesco en el año 2000. Este ecosistema, además, tiene el atractivo social y económico que produce un promedio de 6.000 toneladas de pescado al año. El plan de recuperación del actual gobierno tiene contemplado trabajar en conjunto con las comunidades y las entidades del Sistema Nacional Ambiental donde se realizará una reconversión económica, la restauración ecológica de manglares y caños y el restablecimiento de conexiones a través de los canales de la Ciénaga Grande, el cual beneficiará más de 250.000 personas de la región, suponemos que el esfuerzo incluirá el Sistema Delta Estuarino del Río Magdalena. Quisiéramos agregar a esa iniciativa ecológica la necesidad de implementar con urgencia un programa de vivienda digna, ojalá con la opción de reforzar las posibilidades del turismo ecológico de la zona, adecuada y asequible, de conformidad a los lineamientos definidos por el Comité de Derechos Económicos, sociales y Culturales de ña ONU.
No hay comentarios:
Publicar un comentario