LA SUERTE DEL RÍO RANCHERÍA
Entrevista a un experto
Por Charles Downs Calderón(Enrevista publicada en el Pilón de Valledupar)
Armando Pérez Araújo, es un conocido y reconocido abogado
litigante en temas agrarios y ambientales, académico y profesional absolutamente dedicado, desde hace
mas de dos décadas, al estudio y reflexión de los impactos de la minería
multinacional, particularmente de lo ocurrido alrededor de la mina del
Cerrejón. Es uno de los fundadores y editores de la ONG Minas y Comunidades,
con sede en Londres. Además, Pérez Araújo, fue el primer colombiano que se
erigió en crítico de la iniciativa de desviar el Río Ranchería. Por su conducto
se hicieron las primeras preguntas a los dueños de la empresa Cerrejón en
Europa, hace varios años, respecto a esa posibilidad, cuando apenas se asomaba
en el concierto de la minería esta controversial medida. Siempre ha estado al
frente de los intereses de las comunidades afectadas por la minería en La
Guajira. Ha sido exitoso en su trayectoria profesional como abogado
especialista en temas sociales. A él se le debe, en buena parte, la orientación
jurídica en procesos de reasentamiento y reubicación de comunidades impactadas
por la minería, entre ellos la defensa del emblemático caso de Tabaco. Por
considerar que es una autoridad en la materia hemos decidido realizar esta
entrevista:
ChD: Doctor Pérez, su opinión respecto a este candente tema?
APA: En primer lugar, admito que
este es un asunto muy delicado, espinoso y difícil de manejar, mientras no haya
una definición de la Empresa Cerrejón, sobre si el río se desviará o no, y, en
caso de que así sea, en qué grado y modalidad ello ocurriría. En segundo lugar,
celebro que gran parte de la sociedad de La Guajira y del país, esté ahora interesada
en estudiar y controvertir las severas advertencias surgidas sobre algunos temas
del impacto minero en una región eminentemente minera. La lectura que hago de
esta explosiva participación de la gente es sumamente positiva. ¿qué es lo que
me preocupa un poco, o bastante? : Que, paralela a esta participación espontánea
y sana de la sociedad, estén pegados los tránsfugas de los partidos de derecha
y de izquierda, aprovechándose del fervor popular, de la sensibilidad que
genera este asunto prioritario de la vida de la región como es la suerte de un
importante río del departamento de La Guajira, y, por qué no decirlo, de la
rentabilidad electoral que un fenómeno de estos eventualmente genera a quienes
mezclan la política y la denuncia. De la misma manera como otrora se pegaron y
plegaron, a favor de la suerte de la represa del Río Ranchería, sin que
mediaran estudios o diagnósticos científicos y técnicos, que aconsejaran
semejante voto unánime de los líderes sociales y políticos, respecto a la conveniencia
de la susodicha represa. Recordemos que las represas de los ríos en el mundo
entero son susceptibles de cuestionamientos y preocupaciones, tan profundos y
alarmantes, desde el punto de vista ambiental, como las alarmas que suele
encender la propia minería a cielo abierto. Y, quiero decirlo de otra manera: preocupa sobremanera
que no se diga ni mu de los peligros que se ciernen sobre otros ríos de La
Guajira, igualmente importantes, inclusive, que nunca se hubiese dicho nada
sobre otros ejercicios de la minería multinacional que impactaron e impactan al
mismo Río Ranchería, por cuenta de la empresa Cerrejón o de tantas otras empresas
que han pasado por el control de este gigante proyecto carbonífero. Fíjese que
en el tablero de la controversia de hoy existen opositores de iniciativas como
ésta de desviar el Río, que antes fueron incondicionales aliados de la empresa
norteamericana Intercor. Me gustaría pensar que se trata simplemente de un
fenómeno de opinión creciente y favorable, al servicio de la democracia, y no
el desarrollo de unas de tantas posturas electoreras en cabeza de unos pocos.
ChD: Recientemente se realizó un
Foro en la ciudad de Riohacha. Hubo duros pronunciamientos en contra de la
eventual desviación del Río Ranchería. ¿Usted piensa que eso indica que no
habrá desviación del río?
APA: Mire, la lectura del Foro
nos indica que hubo una corriente intelectual fresca y constructiva de líderes
sociales, estudiantes, dirigentes indígenas y afrocolombianos, que aportaron
una buena energía al debate. De otra parte, lo que ya dijimos, se evidenció una
mezcla inconveniente entre la politiquería y la enemistad o desencuentro con la
empresa Cerrejón, actualmente propietaria de la mina. Me hubiera gustado oír en
una dimensión diferente, de estadista, al presidente del Partido Liberal Colombiano,
Simón Gaviria, anunciando un sesudo e informado debate en el Congreso de la
República, proponiendo y buscando inteligente argumentación jurídica para
frenar la tendencia de desviar el Río Ranchería, en vez de pronunciar una
encendida arenga, interpretando el sentir de la momentánea fibra política de
los asistentes al Foro, anunciando que los cincuenta congresistas de su Partido
se opondrán a la controversial decisión. Es poco creíble que dicho partido de
forma unánime se alinee a favor de una causa ambiental compleja. En La Guajira,
concretamente en la historia de la minería, la experiencia nos ha enseñado una
cosa diferente.
ChD: ¿Usted que propone?
APA: La Guajira y el país deben
conocer qué es lo constituye una decisión definitiva respecto a desviar o no el
Río Ranchería. El Estado colombiano deberá garantizar la información y
divulgación oportuna, de la mejor calidad posible, sobre esa decisión. Y la
sociedad deberá prepararse para proponer y defender una lista seria de
argumentación jurídico social. Es imposible ahuyentar la politiquería de la
región, pero sí es viable evitar que ella se arrime a los centros de discusión
sobre el espinoso y complejo asunto. Después vendrán las Consultas Previas y
otros consensos, sin apasionamientos diferentes a los altos intereses de la
sociedad y las comunidades.
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