viernes, 15 de octubre de 2010

Dinero y Vaticano

El titular hizo estremecer a muchos pues se remonta a 30 años: 'Investigado el Banco Vaticano'
El mero titular hizo estremecer a muchos cuya memoria se remonta a 30 años: 'Investigado el Banco Vaticano'. En 1982, un título similar precedió a una de las más tenebrosas historias del mundo financiero, que involucraba a altos mandos de la Iglesia Católica, banqueros notables, el Vaticano y la mafia. Lo que empezó como un examen de cuentas que se le hizo al Banco Ambrosiano terminó con la quiebra de la entidad, un remezón bancario internacional, tejemanejes políticos secretos en Italia y en otros países y dos ilustres muertos. El escándalo salpicó a la Iglesia, a personas cercanas al Papa, a la banca y a no pocos políticos, y sirvió de base para la tercera entrega de la película El Padrino.

Esta vez, las proporciones del asunto quizás no sean tan demoledoras -Dios no lo quiera-, pero de nuevo ponen en el centro de los disparos al Instituto para Obras de Religión (IOR), una especie de banco donde se supone que solo se manejan cuentas con propósitos píos de allegados a la Santa Sede. Pero, en esos fondos han aparecido más de una vez depósitos extraños que intentaban huir de la vigilancia oficial. Alertada por una fuente interna, la fiscalía de Roma ha pedido explicación sobre ciertas transacciones al presidente de la entidad, Ettore Gotti Tedeschi. La revista Panorama informó que el origen de la pesquisa viene de la junta directiva de la IOR. Esto indicaría, según la publicación, que existe una lucha interna en la cúpula del banco entre dos bandos de la curia. Uno quiere que el banco abandone su condición de paraíso fiscal y se adapte a las normas de transparencia europeas. El sector opuesto considera que para los fines y estructuras de la Iglesia es indispensable guardar reserva. Se trata de una posición coherente con el secular secretismo de la Iglesia.

Lo que busca la fiscalía es establecer si, como se cree, el IOR ha servido para lavar dineros de origen dudoso. Gotti ha saltado de inmediato a negar cualquier irregularidad y el papa Benedicto XVI ha saltado con él. Acaba de refrendar su respaldo al presidente investigado en una ceremonia pública -el tradicional saludo y besamanos posterior al Ángelus-, durante la cual Gotti le entregó su reciente libro titulado Dinero y paraíso. Si las cosas llegan a tomar el camino del escándalo del 82, Gotti habría deseado que el título fuera, más bien, Dinero e infierno.
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